Se disputó la etapa 12 del Giro de Italia 2025. La jornada de este jueves entre Módena y Viadana arrancó con ritmo explosivo.
Apenas se lanzaron los primeros kilómetros, tres corredores italianos —Andrea Pietrobon, Giosuè Epis y Manuele Tarozzi— se lanzaron en fuga y marcaron el pulso inicial de una etapa quebrada, con terreno montañoso desde temprano.
A los 162 km de la meta ya se consolidaba la escapada, mientras en el pelotón se vivían momentos de tensión.
El ecuatoriano Richard Carapaz tuvo que detenerse por problemas técnicos, justo cuando el grupo principal comenzaba a tomar ritmo en el ascenso hacia Baiso. Por su parte, Egan Bernal mostraba buenas piernas y se mantenía entre los favoritos.
El primer premio de montaña en Baiso (131 km) fue para Manuele Tarozzi, quien volvió a figurar más adelante en la subida a Borsea (75 km). Antes, en el sprint intermedio de Felina, Andrea Pietrobon se impuso con fuerza frente a Epis.
Pero nada sería sencillo: la lluvia apareció en escena y obligó a los corredores a maniobrar con precaución en los descensos. Incluso Nairo Quintana se dejó ver en busca de abrigo: bajó al coche para tomar una chaqueta, pensando en lo que quedaba de jornada.
El tramo final fue vibrante. A 27 km del cierre, el pelotón cazó a los escapados, y con ello comenzó una reorganización general para preparar el embalaje. Hubo tensión extra por una caída en el grupo principal durante el último sprint. Afortunadamente, sin consecuencias mayores.
El final fue para los velocistas. Y allí brilló el neerlandés Olav Kooij (Visma-Lease a Bike), que aprovechó de forma magistral el trabajo de Wout van Aert, quien lo lanzó con precisión quirúrgica en los metros finales. Casper Van Uden y Ben Turner completaron el podio.
Una etapa con clima cambiante, desgaste físico y gran ritmo. El Giro no da tregua.
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