Isaac del Toro no parece sentir el peso de portar la maglia rosa en el Giro de Italia. A sus 21 años, el ciclista de Ensenada ha elegido vivir el liderazgo “como si fuera un juego”, consciente de que su juventud le permite una mirada distinta sobre la presión.
“Si lo queremos ver así, todo es una responsabilidad, pero al final soy joven y creo que me lo tengo que tomar un poco como un juego”, comentó con naturalidad.
En la etapa 12 no solo resistió los ataques, sino que amplió ligeramente su ventaja en la clasificación general. Con un tercer puesto en el sprint bonificado, sumó dos segundos más a su cuenta.
Del Toro reconoció que no tenía intención de disputar ese sprint. “Había muchos nervios y yo no quería hacer el sprint, prefería que llegara la fuga para pasar el día más desapercibido, pero al final se dio la posibilidad y lo disputé. Gracias al equipo pudimos estar en frente y poderlo combatir”.
Mostró también gratitud por su estado físico y la oportunidad que vive: “Estoy muy contento de tener estas piernas, tener esta situación de carrera y estar ahí adelante. No siempre se puede y hay que valorarlo”.
Sin mirar demasiado lejos, el mexicano prefiere concentrarse en lo inmediato: “Espero cenar mucho hoy, nada más. Mañana ya veremos qué pasa, ni siquiera he visto la etapa”, concluyó con una sonrisa.