Novak Djokovic tuvo un motivo doble para celebrar este jueves. En el día en que cumplió 38 años, el serbio logró una trabajada victoria sobre Matteo Arnaldi por 6-4, 6-4 en los cuartos de final del Abierto de Ginebra.
No fue un partido sencillo. Luego de un quiebre en contra y un gesto de frustración que terminó con su raqueta rota contra el suelo, Djokovic ofreció disculpas: “Lo siento por la raqueta, no es un buen ejemplo, especialmente para los jóvenes”.
Pese a ir 4-1 abajo y mostrar molestias en la rodilla tras estirarse para alcanzar un tiro, el número uno del mundo encadenó cinco games consecutivos que le permitieron cerrar el partido con autoridad.
“Gracias por su apoyo. Sé que con las bajas temperaturas no es fácil quedarse aquí”, dijo a la afición, también en francés, tras el triunfo.
Con humildad, analizó el resultado: “Fue mucho más cerrado de lo que tal vez indica el marcador”. Ahora, este viernes enfrentará en semifinales al británico Cameron Norrie.