No siempre esos que hoy tienen miles de seguidores en redes sociales, que pueden presumir de sus lujos y bellas compañías, que hoy disfrutan la fama, tuvieron todo lo que tienen.
En muchos casos sus historias comenzaron en medio de la necesidad, esa que para algunos se vuelve una barrera y para otros una motivación más.
Ese es el mensaje que ha transmitido Jaminton Campaz en su cuenta de Instagram, en la que invita a miles de seguidores a no perder el norte en estos días difíciles de cuarentena por el coronavirus covid-19.
"No crean que porque estoy donde estoy no pasé hambre. Sí pasé hambre. También comí arroz con huevo, pan con gaseosa, de vez en cuando cenaba. Anduve descalzo, caminé muchos años para cumplir mi sueños. Jugaba con guayos Mitre, Golty, Tony 2, prestados, pero Dios me está recompensando", escribió.
Y añadió: "Después del sacrificio viene el éxito. Nunca te rindas, nunca bajes los brazos, nunca digas no puedo más".
Campaz creció en Tumaco, Nariño, ayudando a la familia en tareas de pesca y soñando siempre con el fútbol. Tuvo la ventaja de ser hermano Mike Campaz y primo Carlos Darwin Quintero, pero no por eso su historia ha sido sencilla.
En América no lo vieron pero en Tolima le abrieron una puerta que, según los rumores, puede llevarlo al fútbol internacional, a Brasil como primera escala.
Pero para él lo fundamental, como dice en su mensaje, es no olvidar lo que recorrió para llegar a donde está y para tener la vida cómoda que disfruta hoy.