Que la crisis económica, por la pandemia del coronavirus covid-19 no sea una excusa para ocultar información. Ese parece ser el mensaje de fondo del Ministerio de Deporte, que ha pedido cuentas a una entidad a la que pocos suelen cuestionar: la Difútbol.
La rama aficionada del fútbol colombiano, que por décadas ha estado bajo el control de Álvaro González Alzate y gracias a eso le asegura asiento en el Comité Ejecutivo de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), parece ser el nuevo foco de atención de la viceministra Lina María Barrera, quien abiertamente le ha pedido qué explique cuánto recibió y cómo se repartió el dinero recibido para atender sus necesidades económicas.
Lo hace en atención a que los propios clubes aficionados solicitaron ante la entidad pública que se aclare cuánto se asignó como ayuda en estos tiempos de crisis, sin que hasta el momento hayan obtenido respuesta.
El ministerio dice que informó que comparte la preocupación de los clubes, por lo cual, "la Dirección de Inspección, Vigilancia y Control, de este Ministerio del Deporte, a título de requerimiento de información, solicitó un pronunciamiento a la Federación Colombiana de Fútbol con el fin de determinar, cuáles recursos se asignaron y como se distribuyeron dichos dineros".
La viceministra Barrera fue un paso más allá: "Adicionalmente, se procedió a realizar un requerimiento de información a todas las ligas Deportivas de Fútbol en el siguiente sentido: que se nos informe, si a la Liga Deportiva se le destinaron por parte de la Federación Colombiana de Fútbol o su división de Fútbol aficionado – DIFUTBOL, algún tipo de recurso, o ayuda económica. De ser así resulta necesario, que se nos indique, cual fue la destinación de dichos recursos de forma detallada y explicita”.
Algunos sectores de prensa especulan que la cantidad entregada por la FCF rondaría los 5.000 millones de pesos, cifra que no ha sido confirmada ni negada por la presidencia de DIfútbol, ni por su presidente González Alzate.
Ahora se espera un pronunciamiento oficial de la FCF a esta petición de información que tiene obligación legal de ser respondida.
Entre tanto, muchos se preguntan por las motivaciones del Ministerio para pedir cuentas a una entidad que suele manejar sus asuntos lejos de la atención mediática, justo en medio de la pandemia, justo en después de un tire y afloje con la división mayor del fútbol, con la cual, por decisión del propio Ministro Ernesto Lucena, ya no tiene interlocución.
¿Tendrá información sobre alguna posible irregularidad? ¿Dónde están los recursos cuando las necesidades son más apremiantes? ¿Se aproxima una modificación en la dirección de una entidad que desde los años 80 se resistido a los cambios y la modernización? Son todas pregutnas sin respuestas que ahora, por obra y gracia del Ministerio de Deporte, podrían empezar a resolverse.