Lo que hace de Liverpool el gran equipo que es no son solo las gestas deportivas. Se hace una institución tan respetable muchas veces por lo que pasa fuera de las canchas.
Cuando vino el repudiable secuestro del padre de Luis Díaz, la solidaridad, la paciencia, el respeto de la institución desde los más altos directivos hasta los empleados de la sede de entrenamiento, fueron todos parte de la familia, del dolor y después de la felicidad de la libertad de don Manuel.
Y ahora, aprovechando la Navidad, son todos un ejemplo de empatía, de solidaridad con la afición, que es el complemento perfecto del club.
Entre los protagonistas de varias campañas que se han hecho en los últimos días, la plantilla, con Klopp a la cabeza, visitó un hospital infantil local y definitivamente llevó alegría y emoción a los pacientes y a sus padres, que pasarán allí, junto a sus niños, estos días que para muchos son tan festivos.
Así se vivió la conmovedora experiencia: