Era tanta la expectativa por el partidazo Liverpool vs Manchester United que el 0-0 fina dejó, inevitablemente, un halo de decepción.
El duelo terminó siendo un juego de mucho control de parte del visitante, que llegó con la clara misión de no volver a vivir la pesadilla del 7-0 que encajó precisamente por salir a poner la cara, sin tomar los recaudos suficientes.
Esta no descuidaron el menor detalle: se aseguraron de sacar de circulación a Salah, alejándolo de Szoboszlai y Gravenberch, ambos de muy mal rendimiento, y acabaron obligando a tirar pelotazos a Van Dijk, Núñez y Konaté, en un ataque repetido en los centros, bien controlados por la zaga visitante. El plan les función.
¿Y Luis Díaz por qué no pesó? Porque fue el hombre al que más presión le aplicaron en la salida. Conscientes de su peligro para encontrar espacios en velocidad, le escalonaron constantemente la marca y lo obligaron a dejar de pensar en el arco rival y dedicarse a encontrar caminos de gol para sus compañeros.
Tres veces logró a asistir a Salah, a Gakpo y a él mismo, en una asociación en la que le quedó de rebote del egipcio pero que no pudo definir porque le cayeron dos defensores y el portero.
Es esa faceta la que le reconoce la estadística de Sofascore, que le dio 7 puntos y destacó dos detalles: 5 pases clave y 92 por ciento de precisión en el pase.
Díaz en Liverpool vs M. United
Foto: Sofascore para Futbolred
El Liverpool Echo le dio 6 puntos de calificación, en parte porque fue de más a menos: "El atacante más peligroso del Liverpool en la primera mitad, probó regularmente a Dalot con carreras directas, pero se perdió un poco en la segunda mitad", opinó.
La duda de siempre es: ¿por qué cuando él tiene la ocasión le cuesta tanto llegar al gol mientras que otros como Diogo Jota disponen de menos ocasiones pero no perdonan? No se puede decir que Díaz esté fallando, muy poco hay que reprocharle porque su versión de jugador de equipo puede compensar esa falta de gol. Pero que necesita ser más letal, eso es indiscutible. Es lo que espera Klopp del hombre fijo en su tridente de ataque. Es lo que él sabe que aún puede mejorar.