Se citaban dos equipos con rutilantes nóminas, en un escenario ideal como Anfield, con necesidades importantes de lado y lado y, al final, resultó un partido más bien chato.
Liverpool y Manchester United firmaron un 0-0 que no fue muy productivo para ninguno de los protagonistas y que no deparó tampoco ocasiones claras para Luis Díaz, quien fue titular.
Fue un primer tiempo muy atípico para la Premier League, con mucho vértigo pero poca precisión y escasísimas llegadas a los arcos. Sí, fue más el local. Pero el visitante supo aguantar cada arremetida y no perdió el norte hasta el pitazo final.
Van Dijk y Konaté tuvieron las mejores opciones, especialmente el primero en un cabezazo letal que exigía al portero para rechazarla por arriba. Una más tuvo Salah, en asistencia de Díaz, pero le faltó dirección.
La salvada del partido fue la de Alisson Becker al remate a quemarropa de Hojlund a los 63 y la respuesta de Onana en el intento de Gakpo a los 68, tras asistencia de Díaz.
Una opción más e perdería a los 75 Díaz, cuando se juntaban Núñez y Salah y aél le caía un rebote, pero lo embistieron los zagueros y el portero rival y lo desarmaron a tiempo. ¿Penalti? Naaa..
A los 77 se iría el colombiano del campo, junto a Núñez, para ar paso a Jones y Elliot, plan para darle a Salah el espacio libre de número 9.
Pero no fue más preciso el ataque rojo y a los 90+2 era de nuevo Alisson Becker el que resolvía el que debió ser el gol visitante, un fantástico rechazo con los pies que casi bajo la persiana... casi porque faltaba la expulsión insólita de Dalot por protestar un lateral.
El empate no sumó mucho en ningún caso: Liverpool perdió la punta de la tabla pues Arsenal sí ganó y el United es séptimo con 28 puntos, aún lejos de los puestos europeos.