James Rodríguez llegó a Rayo Vallecano en rol de fichaje estelar, de jugador mejor pagado de la plantilla, de estrella de un club modesto que tendrá como prioridad la defensa de la categoría en LaLiga.
Ni más ni menos. Lejos está de aquellos días de lujos y destellos de flashes de Real Madrid o incluso de Bayern Munich. Su realidad es un equipo que lo necesita y al que él, tal vez en mayor medida, necesita en este punto y hora de su carrera.
Él entiende mejor que nadie el impacto de haberse ido antes de tiempo de Al-Rayyan, de Olympiacos, de Sao Paulo y comprende que les debe una revancha a esos clubes que lo ficharon llenos de expectativa y lo despidieron plenos de decepción.
Esa es la buena noticia para un Rayo Vallecano que lo llevó con la misión de devolverles protagonismo y de alejarlo de la temible zona de descenso y de paso lo convirtió en el jugador más costoso de toda su historia. ¿Ganarán ambos la apuesta que han hecho en este mercado de fichajes? para verdades, el tiempo...
Así llega el 10
"Es importante que un club como Rayo pueda ser objeto de deseo de jugadores con su trayectoria, que viene de ser figura de un torneo internacional, que quiera estar acá es muy importante", decía el técnico Íñigo Pérez. Eso habla de la fascinación que tienen por el aterrizaje del zurdo que fue MVP de la Copa América 2024.
Pero incluso en esa gran expectativa deben saber que no es el jugador del Madrid el que está llegando. Viene de jugar solo 18 partidos en todo el 2024 con Sao Paulo, con un balance de 2 goles y 18 asistencias, que requiere 112 minutos para producir goles y gana el 52 por ciento de sus duelos.
James Rodríguez en 2024, antes de Rayo
Foto: Sofascore para Futbolred
A sus 33 años ha pasado las últimas temporadas batallando con problemas físicos y estando disponible más bien poco para los tres entrenadores que tuvo en el club brasileño.
Pero esos mismos números dicen que el nuevo de la clase 6 ocasiones de gol creadas, da 2,1 pases clave por partido y tiene una precisión del 85 por ciento en el pase. Y es en lo que confían. Ya demostró que, cuando saben llevarlo, James es muy capaz de hacer lo imposible. De su mágica pierna zurda pende el hilo de ilusión que en Vallecas no quieren soltar.
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