Yerry Mina ya tiene algunas certezas: sabe que no es prioridad para Everton, que si no vuelve pronto a la alta competencia seguirá cerrada para él la puerta de la Selección Colombia y que para cumplir ese requisito probablemente tendrá que alejarse de la Premier League.
Lo demás es incertidumbre: buena parte de su futuro pasará por la permanencia de Everton en la primera división inglesa, que está cada día más difícil pues tras la última caída 1-4 contra Newcastle es penúltimo y serio candidato al descenso. Podría renovar y ser cedido.... o podría salir libre, lo más probable, pues tiene una de las fichas más altas del club y su salida, si se pierde la categoría, sería necesaria.
La realidad es que no tiene mucho crédito para quedarse pues solo ha disputado cuatro partidos en todas las competiciones, 326 minutos en total.
Y el primer destino posible, lejos de Goodison Park, es un lugar donde supo ser feliz: en Brasil, donde jugó en Palmeiras dos temporadas, entre 2016 y 2018.
El nuevo club seria Flamengo, que busca reforzarse para los octavos de final de la Conmebol Libertadores, ahora con Jorge Sampaoli en el banquillo.
La prensa brasileña afirma que le habrían ofrecido un salario mensual de cerca de 360 mil dólares mensuales, cerca de 4,3 millones por temporada.
Mina se ahorrará la adaptación pero quisiera revancha en Europa, tras un fugaz paso por Barcelona y una decepcionante última temporada en Everton. Lejos se ve ya aquel interés del Inter de Milan en la pasa ventana de verano. Ahora las opciones son menos.