Este jueves no fue un día nada fácil para los árbitros en los partidos del cuadrangular B. Wilmar Roldán estuvo en el encuentro entre Cali y Junior, mientras que Gustavo Murillo estuvo en el Atanasio Girardot en el juego entre Nacional y Tolima.
A los 34 minutos del primer tiempo, Carlos Rodríguez le cometió falta a Freddy Hinestroza y Wilmar Roldán no dudó en sancionar un penalti. Y esa decisión causó polémica porque si bien el atacante de Junior cayó dentro del área, alegaban que la infracción fue fuera de de ella. Luis Narváez se adueñó del cobro y marcó el 0-1 parcial.
¿AFUERA O ADENTRO? Roldán sancionó esto como penal para Junior. Si es falta, pero creo que es afuera por cuestión de milímetros nada más!!! La vi varias veces y siento que la zancadilla se produce afuera. Jugada muy cerrada para el ojo humano. Con VAR creo hubiese sido distinto. pic.twitter.com/QoqohTDud8
— 🖥 El VAR CENTRAL (@ElVarCentral) 17 de mayo de 2019
Para Gustavo Murillo el encuentro en el Atanasio Girardot tampoco fue tan fácil a causa de un penalti. A los 18 minutos de juego, Juan Guillermo Arboleda remató desde fuera del área y Alexis Henríquez se metió en la dirección del balón desviando su camino. El árbitro no dudó en sancionar esa acción del defensa de Nacional como penalti porque, según él, desvió el esférico con el brazo.
La pelota si pega en el brazo de Henriquez. Los tiene atrás e inclina el cuerpo buscando rechazar de pecho, eso sí, con la muy mala suerte de que le impacta es en el brazo. Me parece que el línea también tiene su buena cuota en la decisión. @velezfutbol @FarydMondragon pic.twitter.com/ewTz5UV0qr
— 🖥 El VAR CENTRAL (@ElVarCentral) 17 de mayo de 2019
En esta toma se ve que OnVacation Henríquez no toca el balón con la mano. pic.twitter.com/KhTvREoYBc
— Futbol Sin Limite (@futbolsinlimi) 17 de mayo de 2019
Minutos después se le presentó otra acción que pidieron como penalti, esta vez a favor de Nacional. Pablo Ceppelini cayó en el área y reclamó con mucha vehemencia una falta, aunque Murillo no le prestó atención porque evidentemente no hubo nada.