La jornada 7 de la Liga I-2020 se quedó en expectativas. Era la fecha de los clásicos y muchos estaban ilusionados con ver grandes partidos en los tres derbis más importantes del fútbol colombiano.
Sin embargo, ni Nacional-Medellín, tampoco América-Cali y menos el Millonarios vs. Santa Fe, dieron la talla para la antesala que se había generado entre seis de los equipos con más historia y tradición que hay en el fútbol colombiano.
El primero de los grandes clásicos se disputó en el Atanasio Girardot: Nacional y Medellín jugaron con sus titulares, pero no hubo el volumen de jugadas de ataque que se esperaban. Además, la ausencia del VAR pesó y ayudó a los intereses del DIM, dejando una sensación de injusticia y así la fiesta no lució.
Luego, en el Pascual Guerrero se encontraron América y Cali; la expulsión tempranera de John Vásquez obligó a Cali a hacer otra cosa, aunque con la buena suerte para el azucarero de anotar el primer gol del partido y luego apostó a defender el resultado. América logró empatar a pesar de que Cali se había cerrado debido a la inferioridad numérica, pero fue un clásico disputado y poco bondadoso con el hincha.
Finalmente, este martes en el cierre de la jornada se jugó el clásico 300 del fútbol bogotano. Millonarios, que está más abajo en la tabla de posiciones, hizo más por el juego y confundió a Santa Fe, que luchaba por hacerse líder de la liga.
Fue el único de los grandes clásicos que no tuvo gol. Además, se pegó fuerte y por eso hubo varias amonestaciones.
En síntesis, en los tres grandes clásicos primó la filosofía de no perder, antes que apostar a un juego abierto, alegre y fluido para darles show a sus hinchas. Cualquier punto fue luchado y por eso fueron juegos fríos y faltos de talento.