Dicen que el fútbol es la dinámica de lo impensado, también que es un estado de ánimo y que tiene su toque de azar, en medio de las estrategias, el talento de los jugadores o las tácticas que profesan los entrenadores.
Atlético Nacional logró tener varias fases en el partido contra La Equidad en El Campín. Comenzó con dudas y flojos rendimientos, en especial por el sector izquierdo con Cristian Blanco y Diego Braghieri, quien tuvo culpa en los tres goles del local, con un autogol y varias ventajas en defensa.
Luego de esa primera media hora de juego, la visita se asentó, comenzó a tener paciencia, a mejorar en el orden, a ser más preciso y animarse a atacar con movilidad sobre el equipo ‘asegurador’ que, con la emoción de estar goleando a su rival, dejaba espacios en defensa que eran aprovechados para que Nacional generara peligro.
En esa transición, los dirigidos por Juan Carlos Osorio se animaron a atacar, Andrés Andrade se convirtió en el eje del equipo y el socio de todos. De sus pies, llegó el centro para el gol de Fabián González Lasso y Sebastián Gómez. Yéndose al descanso, con dominio del juego y la motivación de remontar un resultado adverso que desde el año 1959 no lo conseguían.
Pese a los problemas físicos de Lasso, Gustavo Torres ingresó rematando el primer tiempo, allí Nacional se tornó a ser intenso, exigiendo a un Cristian Bonilla que daba rebotes y desnudaba las falencias defensivas del local.
Para el segundo tiempo, Torres anotó el empate, siendo la cuarta jugada consecutiva que Nacional terminaba con la pelota en la red contraria, aunque en una, también de Torres, fue anulada por una mano del delantero caucano.
Fue cuando Osorio tomó riesgos e ingresó a Jarlan Barrera y Déinner Quiñones para darle más volumen de jugadores volcados al ataque. La premisa era ganar o morir y frente a un conjunto ‘asegurador’ que tenía más dudas que certezas, el objetivo lo podrían lograr por demolición. Pasaron poco más de 40 minutos, ya en el tiempo de descuento y con varias opciones dilapidadas para que Gustavo Torres anotara el cuarto gol que le derivó en la segunda victoria para Nacional en el campeonato y el liderato parcial.
Al final, los antioqueños lograron mostrar ser un equipo agresivo, contundente, con un mayor volumen de ataque y que supieron detectar los errores en defensa y corregirlos a tiempo. Arriesgaron y lograron tres puntos vitales para lo que viene en el calendario.
Juan Camilo Álvarez Serrano
Corresponsal FUTBOLRED
Medellín