Si usted está buscando tener una buena alimentación en su día a día, probablemente no le falte carne en su nevera. Pues una rica ingesta de proteínas es esencial para mantener al cuerpo saludable y sobre todo, para el desarrollo del músculo. Si bien es cierto que otros alimentos como la verdura también poseen este macronutriente, la realidad es que en las carnes encontrará una mayor cantidad. ¿Pero cuál de todas es la más sana?
De acuerdo a lo que indican los dietistas y nutricionistas, las carnes magras son las más saludables porque son ricas en proteínas de alta calidad y a la vez, son bajas en grasa. La carne del pollo, del pavo y del conejo son así casi en su totalidad. No obstante, las que proceden del vacuno, el cerdo o del cordero también pueden llegar a considerarse de este grupo, pero siempre dependerá del tipo de corte.
El pollo es una carne magra.
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Según indica ABC, existen ciertas diferencias entre la carne de pollo y la de pavo, sobre todo en la grasa que contienen. La carne de pavo aporta un 2 por ciento de grasa, mientras que la de pollo aporta en torno a un 7 por ciento. Otra gran diferencia la encontramos en el colesterol, ya que los cortes del pavo tienen menos de 50 mg de colesterol por cada 100 gramos, mientras que la cantidad que posee el pollo supera los 80 mg.
Según los expertos, este tipo de carnes ayudan al mantenimiento y desarrollo de los músculos y tejidos del cuerpo, aunque también son favorables para la regulación de distintos procesos corporales. Las carnes magras son una rica fuente de vitaminas y minerales. Las carnes blancas tienen selenio, vitamina B3 y B6. Y todo este tipo de carne tiene buenas cantidades de vitamina B12, que ayudan a la formación de las células sanguíneas.