El niño Lyan José Hortúa recuperó su libertad este miércoles 21 de mayo en una zona rural de Jamundí, sur del Valle del Cauca, luego de permanecer 19 días secuestrado por las disidencias de las Farc Jaime Martínez.
El menor fue raptado mientras compartía con su familia en una vivienda campestre del corregimiento Potrerito, un hecho que generó alarma en la comunidad local y en los organismos de seguridad.
Imágenes de cámaras de seguridad revelaron cómo cinco hombres fuertemente armados intimidaron a las empleadas domésticas y se llevaron al niño hacia la zona alta de Jamundí.
Sobre su liberación, se confirmó que Lyan se encuentra en buen estado de salud y fue entregado de inmediato a una comisión humanitaria, que lo trasladó bajo custodia médica y psicológica.
Angie Bonilla, madre del menor, había expresado su profundo sufrimiento: “Ha sido muy grande este dolor, tan inmenso que no sé descifrar con palabras; esto es la muerte en vida, porque es una pérdida de un hijo que no sé en qué condiciones está”.
En sus declaraciones, la señora Bonilla describió las largas jornadas de angustia: “Son 16 noches en las que las horas se hacen eternas, en que las noches son vastas, en que los días son oscuros; esto es una pesadilla”.
La madre también advirtió sobre el estado de salud del niño: “Es el mayor temor, saber que a mi niño se le inflamen allá los pulmones y no se pueda hacer nada. Un día en 2022, saliendo de la casa a la clínica, casi no alcanzamos a llegar; no me imagino que pase eso allá, no sé dónde lo tengan. Pido misericordia”.
El presidente Gustavo Petro se había pronunciado en redes sociales solicitando insistentemente la liberación de Lyan, mientras que el alcalde de Cali, Alejandro Éder, calificó a las disidencias involucradas como “criminales narcotraficantes” y condenó con vehemencia este secuestro.