En días pasados el Gobierno nacional reglamentó el horario matinal para que los niños de 6 a 17 años y mayores hasta los 65 años pudieran salir a los parques a realizar actividad física, con el objetivo de evitar el sedentarismo que se ha acrecentado con la pandemia.
Sin embargo, el médico deportólogo César Augusto Arias considera que hay algunos aspectos erróneos en la medida y que deben considerarse para que se beneficie un mayor porcentaje de la población. Aquí están los argumentos del reconocido galeno vallecaucano:
“La inquietud está alrededor de la forma como el Gobierno ha reglamentado hace ya algunos días el inicio de la actividad física al aire libre, ha establecido tres puntos muy definidos: Primero, que sea máximo de una hora; segundo, que sea haga entre las 6 y las 8 de la mañana; tercero, que solamente la puedan realizar los menores de 65 años”.
“Que sea una hora me parece razonable, es un buen número de minutos los que se dedican a esa actividad; que sea entre las 6 y las 8 de la mañana me parece un desperdicio. En una situación de esta pandemia, donde hay un ataque viral, el sistema inmunológico es fundamental para lograr contrarrestar estos efectos, y para el sistema inmunológico es sumamente importante la Vitamina B.
Cuando nosotros recibimos la luz del sol, por acción de la radiación ultravioleta, la piel se constituye en un laboratorio que transforma una sustancia que tenemos allí en la piel en Vitamina D. Es decir, el sol nos la suministra, es la única vitamina que tenemos gratuita, pero si se hace la actividad entre 6 y 8 de la mañana, por supuesto la posibilidad de que ya haya un sol, que nos permita obtener ese beneficio, es muy poca, se estaría perdiendo una opción importante en estas circunstancias.
Pero peor aún me parece la limitación caprichosa de que sea para personas menores de 65 años, no conozco un estudio científico que establezca que una persona de 65 años pueda hacer ejercicio al aire libre en esta pandemia y una de 66 no la pueda hacer. Se ha establecido que la edad donde hay mayor vulnerabilidad es la que tienen los adultos mayores, pero no es por la edad en sí, sino porque generalmente los adultos de nuestra edad están acompañados de una serie de enfermedades como la hipertensión, la diabetes, la obesidad, las enfermedades pulmonares obstructivas.
Es lógico que si además de la edad hay una comorbilidad, que es como se denomina, el riesgo va a ser mayor. Lo comprueban las estadísticas, las personas fallecidas en nuestro país adultos mayores en la semana pasada solamente uno no tenía una enfermedad paralela, no tenía una comorbilidad, los demás todos tenían cualquier tipo de enfermedad.
Entonces, también encontré que las personas fallecidas menores de 60 años, más de la mitad también tenían enfermedades paralelas. Esto significa que no es la edad lo que establece el riesgo de la infección, del contagio y el fallecimiento por el coronavirus, sino las enfermedades que acompañan a las personas que son víctimas de este contagio.
Entonces, pregunto: ¿Por qué razón, el Gobierno en vez de establecer que los adultos mayores deben quedarse encerrados en su casa y no pueden tener ni siquiera una hora al día de radiación solar, de actividad física, de respirar aire puro en un parque, no más bien se reglamenta que los bancos tengan sus horarios normales y abiertas todas sus oficinas para que ese adulto mayor cuando le llegue el fin de mes y tenga que ir a reclamar su mesada, no tenga que hacer unas filas de tres o cuatro horas. Todos sabemos que en estas circunstancias, y no entiendo por qué, ir a un banco significa estar tres o cuatro horas haciendo fila.
Este adulto mayor, al que le están impidiendo a que vaya al parque a caminar, si le están colocando todas las circunstancias para que tenga que hacer filas y esté en apretujamientos sin necesidad de conservar el aislamiento ni la distancia , entonces ese adulto allí sí se puede contaminar, no hacen nada para eso.
Hay otra circunstancia, las campañas de salud desde hace muchos años vienen insistiendo que las personas que son obesas, diabéticas, hipertensas, hagan ejercicio u actividad física como una forma de contrarrestar los efectos de esas patologías, y resulta que ahora a esas mismas personas que padecen esas enfermedades les están impidiendo que hagan ejercicio, eso es absolutamente contradictorio.
El adulto después de los 50 años comienza a perder masa muscular, por eso se cae, por eso su marcha es inestable, por eso es descoordinado, no se puede sentar, no se puede levantar por sus propios medios, en fin, se deteriora su calidad de vida.
Si esa persona permanece encerrada durante meses en su casa, sin poder caminar de una forma libre como lo puede hacer en un parque, con su tapabocas y distanciamiento social, a esa persona la están condenando a que sus músculos cada vez sea más atróficos, tengan menos fuerza; es decir, su calidad de vida se disminuye, además, cuando se hace actividad física el organismo libera unas sustancias que se llaman endorfinas, serotoninas, prostaglandinas, que liberan varios aspectos: primero, mejora el sueño, sabemos que los adultos mayores duermen mal, mejora el apetito, los adultos mayores comen mal, y desde el punto de vista emocional le da una sensación de bienestar al cual se le está prohibiendo.
Hasta los reclusos más peligrosos tienen derecho una hora, pero de no patio sino de sol, muy claramente lo dice la Ley, de sol al día.
Creo que se debe revisar este aspecto porque en otros países y pongo el ejemplo de Suecia, muestra una estadística de que en estos dos últimos meses se aumentó la ocupación de de los parques, de los sitios al aire libre, en un 85% como una respuesta justamente a esta situación.
¿Por qué entonces si alguien tiene un sustento científico que muestre salir a los 65 años no es peligroso y a los 66 sí lo es, entonces que lo demuestre”.
Marco Antonio Garcés
Corresponsal Futbolred Cali
En twitter: @marquitosgarces