Como ya no es novedad, era Luis Diaz el titular en el temido tridente con Salah y Mané en el duelo Liverpool vs Chelsea, por la final de la FA Cup. Y para su tranquilidad, en los 90 minutos estuvo en todas las opciones de gol de los suyos.
Y creaba el colombiano las mejores opciones antes de los diez minutos: suyo era un intento de remate que acabó en centro al que no logró llegar Thiago; suyo también otro centro que no conectó Salah y entonces la mejor opción en el arranque: a los 8 minutos le negó Mendy el gol al atajarle con los pies y se presentía que el colombiano, ganándole la espalda a Chalobah, iba a tener otra tarde de gloria.
Could this Edouard Mendy save prove crucial? 🧤#EmiratesFACup pic.twitter.com/q84GQzW4yJ
— Emirates FA Cup (@EmiratesFACup) May 14, 2022
Una ocasión más desperdiciaba al intentar perfilarse y perder el ángulo de remate y entonces, tras la salida por lesión de Salah, le ajustaban la marca con James y lo aislaban un poco del circuito. Claro, el propio Liverpool perdía protagonismo en ataque y él lo sufría.
Para el arranque del complemento se le vio de nuevo activo y hasta se animó, a los 51, a un remate brillante que se fue apenas rozando el palo, casi tan claro como el tiro al ángulo a los 68 minutos, que se fue apenas desviado.
Hay que decir que su mejor opción llegaría a los 82, cuando estrelló en el palo un remate al pase de Mané. Y claro que merecía mejor suerte... claro que sí. Como cuando otra vez él, como durante todo el partido, tuvo otra opción clara, en una gran salida y balón 'bombeadito' al palo contrario de Mendy que salió besando el poste... otra vez faltaron centímetros.
Se mantuvo en la cancha el colombiano cuando se decretó el tiempo extra, tras el 0-0 en los 90, pero a los 7 de ese alargue se decidió su salida, en beneficio de su amigo Firmino. Miró al cielo con algo de nostalgia por no haber podido marcar a pesar de haberlo merecido todo el partido, hubo una ovación de su pública -felizmente usual- y el abrazo de Klopp en la raya le hizo saber que había hecho un gran trabajo, a pesar de todo. De ahí en más, ya solo quedaba confiar en el equipo.
