Juan Carlos Osorio vive un momento de estabilidad profesional en México, el que parece ser su lugar en este momento de la vida.
Al frente de Tijuana fue protagonista en los cuartos de final de la Liga MX, pues venció en la ida al favorito Cruz Azul por 3-0, aunque en la vuelta perdió también por 3-0 y, por el sistema de clasificación que privilegia al de mejor ubicación en la liguilla, fue eliminado.
A pesar de todo su futuro cercano sigue allí pues la octava posición en el fútbol mexicano le da suficiente crédito.
El peor error de su vida
Osorio concedió una larga entrevista a TUDN en la que habló de su actualidad pero, fiel a su talante polémico, dejó una durísima crítica y confesó su frustración por la palabra incumplida.
Al repasar su salida de la Selección de México contó qué lo llevó a tomar la decisión de irse: “Creo que ha sido mi mayor equivocación en mi carrera profesional. Yo debí continuar en el proceso, pero por razones personales y también porque creí en los directivos colombianos, decidí regresarme para Colombia y asumir la oportunidad que ellos me habían manifestado. Retrospectivamente, un grave error”, dijo.
“En la última parte del Mundial me manifestaron abiertamente que era el candidato; aunque yo quise que esa fuera una decisión consensuada, al final no lo fue. Los que toman la decisión final optaron por otra opción”, comentó el estratega, quien en aquella época daba como un hecho que se cumpliría el sueño de dirigir al equipo de su país, pero vio cómo eligieron después a Carlos Queiroz.
El risaraldense no ocultó el dolor que todavía siente por ese incumplimiento y reflexionó incluso sobre la realidad del fútbol internacional: “Es un mundo donde hay mucho dinero y por eso hay una corrupción al extremo e intereses personales económicos y de poder, como fue el Imperio griego y el romano, salvo que estamos en el siglo XXI (...) A todos (les llega la corrupción), porque hay propuestas indecentes y hay situaciones con las que hay personas que se ajustan a estas situaciones”, señaló.
Eso sí, dejó claro que él nunca ha cedido a esos ofrecimientos y nunca lo hará.