Nadie quiere ser Dávinson Sánchez en el Tottenham por estos días. El último crítico momento que vivió y que ha despertado al solidaridad de sus compañeros, lo tiene en el ojo del huracán. Pero él sabe enfrentar este tipo de tormenta.
Entiende que no es la primera ni la última silbatina de su carrera, que sigue siendo el defensor de los 40 millones de euros y que no hay ninguna razón para esconderse. Y el fútbol, que siempre da revancha, está a punto de darle la oportunidad de demostrarlo.
Es verdad que en la última derrota contra Bournemouth, Cristian Stellini, DT interino tras la salida de Conte, lo sacó del campo a los 23 minutos y lo expuso ante una afición que le recriminó al punto que fue Hugo Lloris quien tuvo que salir a defenderlo.
No lo pasa bien Sánchez en una temporada en la que solo suma 985 minutos en 21 partidos d Premier League, la FA Cup, la Carabao Cup y la Champions League, apenas 52 minutos en lo que va de 2023.
Pero este domingo, por necesidad o por lo que fuera, tendrá ocasión de recuperarse, en la visita al difícil Newcastle, lo que sería su regreso a la nómina titular desde octubre pasado. ¿La razón? Clement Lenglet está lesionado y no habría otra alternativa, pues solo el colombiano y Tanganga están disponibles.
Es cierto que sus asesores ya se mueven para buscar una salida del club, a todas luces necesaria. Pero lo suyo ahora mismo es no perder la cabeza, meterse en la competencia y no distraerse. La revancha no es lo más importante en este momento... es lo único.