Se dice tanto, tanto sobre James Rodríguez que a veces es difícil separar la verdad del mito. Por fortuna, en Brasil, no son amigos de ocultar información y por eso ahora se sabe, después de muchas especulaciones, qué es lo que realmente está pasando con él en Sao Paulo.
Los rumores se dispararon tras la decisión del jugador de no viajar con el equipo a la disputa del título de la Supercopa de Brasil, que ganaron los suyos en definición por penaltis contra Palmeiras. Se habló de una nuevo rabieta, de mala actitud, se dijo mucho y ahora resulta que había una razón.
El entrenador Thiago Carpini fue el encargado de despejar las dudas, que no son pocas en un país donde se espera mucho del zurdo y aún no se ve su mejor versión.
“James es un tipo muy animado, no estorba en absoluto, el problema es que ha estado luchando con la sesión de entrenamiento. Con cada secuencia que tiene, viene con un problema crónico en el tendón, en la pantorrilla. Pierde tres o cuatro días y, cuando alcanza su mejor forma, lo vuelve a sentir. Creo que esto ha afectado su parte mental y ha dificultado su regreso”, dijo el DT en charla con Os Donos da Bola.
Lo que no saben allá se sabe, de sobra acá: el sóleo contraataca. James arrastra el mismo problema desde que estaba en Real Madrid, lo padeció en Bayern y en Everton, todas ligas de altísima exigencia, y después otra vez fue presa de esos problemas en Al-Rayyan de Catar. A eso se refiere Carpini cuando dice que es 'crónico'.
Antes Carlos Belmonte (Director de fútbol de São Paulo), había hablado de la situación y había dejado claro que no tomaron la decisión de no viajar a mal porque lo están viendo luchar contra ese problema en cada entrenamiento: “Lo tomamos con total naturalidad. No ha tenido ningún problema desde que llegó. Él entrena y trabaja. Pero el fútbol brasileño es más intenso y no supo adaptarse. Es un jugador de otra estantería. Como no juega, no está satisfecho", apuntó.
"Obviamente, desearía que estuviera aquí. Pidió no estar allí y lo respetamos. Seguimos trabajando para que él permanezca con nosotros. Lo dije de Dani Alves. Nadie es más grande que São Paulo. Trabajamos para São Paulo", añadió en declaraciones a Globo Esporte.
Así que antes de la teoría de la rabieta bien valdría la pena considerar la de la frustración, el sufrimiento de ver cómo sufre una y otra vez del sóleo sin llegar a solucionarlo. Claro, sus críticos se preguntarán por qué en Selección Colombia no se queja de ningún dolor y parece estar siempre a tope. Hay un par de explicaciones: en cuatro o cinco días de concentración y dos partidos no se exige con la intensidad de una pretemporada en uno de los grandes clubes del continente como Sao Paulo; además, como él mismo dijo hace años, 'acá (en Colombia) juego hasta cojo'.