Juventus está a punto de ganar un nuevo título de la Serie A, pero su plan es mucho más ambicioso para estar entre los grandes de Europa y perdurar en un proyecto en el que se tenga un entrenador hecho en casa, con el ADN del equipo y que tenga reconocimiento y respeto por lo que fue como futbolista.
Algo así como tener su propio Zidane, el Guardiola de la ‘Juve’: un exfutbolista de calidad, con ascendencia entre los jugadores, que se empiece a formar desde abajo y llegue al primer equipo para liderar una idea ganadora.
Es el caso de Andrea Pirlo, quien dirigirá el equipo filial del equipo de Turín, con la idea de empezar a sentar las bases entre los juveniles y establecer un mismo ordenamiento de juego para todas las categorías menores y el equipo profesional.
Si se trata de modelo, muchos miran al Real Madrid de Zidane o el Barcelona de Pep, un reto para Pirlo, aunque respeta a Maurizio Sarri, actual DT del primer equipo.