Deportes Tolima sigue en crisis de resultados: con solo 8 puntos en la primera mitad de la fase todos contra todos, se estancó en el puesto 17 de la tabla y está ya a 16 puntos de Millonarios, lo que resulta incomprensible si se revisa la gran inversión en nómina que se hizo para la Copa Libertadores, en la que tampoco pudo avanzar hasta donde se esperaba.
Las miradas apuntan, necesariamente, al cuerpo técnico de Hernán Torres, quien alega, con razón, que las lesiones y la falta de descanso han afectado el nivel de sus jugadores, aunque para muchos suene a excusa.
Precisamente, sobre esas causa que estarían motivando los problemas de rendimiento, en los últimos días empezó a correr el rumor de una posible indisciplina en la plantilla. El periodista Javier Hernández Bonett puso el dedo en la llaga en Blu Radio y el propio Torres pareció responderle recientemente en una rueda de prensa en la que habló de un medida radical, que se usa hace tiempo, para evitar esos problemas.
"Así como cuentan eso, deben contar también lo que hacemos aquí para que haya disciplina. Desde el año pasado se implementó el 'borrachímetro' todos los días, pesan y soplan; y hasta el momento ha sido todo negativo. El mismo presidente (Cesar Camargo) sabe que apenas se toma la prueba del 'borrachímetro' el médico le pasa todo por WhatsApp y no ha salido ninguno positivo hasta el momento" dijo Torres.
Pues Hernández Bonett se ratificó en su sospecha a pesar de las explicaciones: "reconocer que ya tiene borrachómetro es porque hay borrachos. Porque si no los hubiera, usted no lo contrata. Es así de simple (…) Por algo lo compraron. No de otra manera se justifica que esta herramienta exista en un club. Hernán pide pruebas a las denuncias y está en todo su derecho, cuando hay un afán irrefutable de mantener el control de grupo, al que no puede denunciar”, agregó.
El periodista aseguró que para Torres no hay alternativa distinta a arropar a su grupo, más en medio de los malos resultados, porque el club así se lo exige: “está todavía compitiendo y necesita del aporte de todos… Hasta de los borrachos. Y hay otras razones de tipo económico que tenemos todos que entenderlas desde afuera. Él no puede atentar, eso es lógico, contra el patrimonio del club, que también es su empresa. El director técnico no puede desvalorizar sus jugadores”, dijo.
Y para reafirmar su información, Hernández Bonett soltó un nombre: Gustavo Adrián Ramírez. El paraguayo, según su versión, fue transferido a Rosario Central supuestamente por haber resultado implicado en estos casos, lo que habría hecho que el club intentara rescatar algo de la inversión en su contratación.
Para Torres las versiones son infundadas y en el grupo la única preocupación real es empezar a ganar cuanto antes tras el amargo empate 0-0 contra Cortuluá en la fecha diez.