Independiente Santa Fe volvió a vivir la angustia de la derrota en la Liga II-2019, pero esta vez fue una catástrofe en Ibagué, pues cayó goleado 4-0 por el equipo pijao, que fue infinitamente superior en el estadio Manuel Murillo Toro, de Ibagué. La crisis deportiva cardenal sufrió este domingo un golpe letal, y la continuidad del técnico Patricio Camps está en peligro.
Una nueva caída, otra vergüenza, sufrió el equipo bogotano. Después de que Santa Fe cambió de presidente, de que Eduardo Méndez habló seriamente con los jugadores y el cuerpo técnico para buscar el compromiso en la cancha, el plantel que dirige Camps tuvo su peor actuación del semestre.
Al cardenal no se le ve la mano de su entrenador, en ninguna línea ni en ningún pasaje de juego. Una vez más se vio un equipo sin sangre, sin ideas, con muchos errores y sin ninguna guía en la cancha ni en el banquillo.
A los 18 minutos, un penalti empezó a condenar a Santa Fe. El canterano Alejandro Moralez cometió una falta infantil y Danovis Banguero, un minuto más tarde, castigó a Leandro Castellanos. A pesar de que Tolima fue más en el primer tiempo, el resultado en el entretiempo era corto y la diferencia de un gol no reflejaba lo desorientado que estaba el visitante.
En cambio, en la segunda parte los goles sí llegaron para que Tolima humillara al cardenal. A los 20, un rechazo de Juan Daniel Roa al centro del área, fue capturado por Diego Valdés, quien remató y dejó sin posibilidades a Castellanos. 2-0 y Tolima se aseguraba sus primeros 3 puntos de local.
Anderson Plata apareció a los 33 para cumplir con la ley del ex y poner el 3-0. El guajiro inició la jugada del cuarto gol tolimense: estaba en fuera de lugar, pero el juez de línea no lo vio y habilitó la jugada; Plata se la dejó a Jáminson Campaz para que sellara la goleada.