Héctor Quiñones no tiene suerte. Vino al América para el segundo semestre después de actuar en el Pacos de Ferreira, de la Primera División de Portugal, pero las lesiones han evitado que sea protagonista con el cuadro escarlata cuando más lo ha necesitado el cuerpo técnico.
Una vez se dio la suspensión a Pablo Armero por ausentarse de una práctica en un lunes festivo, todo estaba listo para que Quiñones ocupara su lugar. Pero no pudo. El lateral nariñense seguía al margen del plantel y apenas se había reincorporado a los entrenamientos a finales de septiembre tras estar cinco semanas incapacitado por un esguince de rodilla.
En ese esfuerzo por volver a tomar ritmo en Cascajal, se le veía mucha salida y entrega por su banda, dispuesto a recuperar la titularidad, incluso estuvo con los suplentes en el previo ante el Huila. Nuevamente Armero quedó por fuera al completar cinco tarjetas amarillas y la oportunidad para
Quiñones volvió a presentarse en el clásico vallecaucano, frente a su antiguo club.
El defensor jugaba bien, primero en el intento de evitar que el Cali juntara sus extremos y a Juan Camilo Angulo, y cuando podía salía al ataque, pero la fatalidad apareció al minuto 8 del segundo tiempo. Quiñones se mandaba la mano a sus piernas en signo de impotencia, por lo que el árbitro Nicolás Gallo ordenó la entrada del carro de asistencia médica.
#ParteMédico
— América de Cali (@AmericadeCali) October 19, 2018
Héctor Quiñones 📋 https://t.co/5VGb4z0bEA#MásUnidosQueSiempre 🔴🔴🔴
Finalmente, debió abandonar la cancha en medio del dolor y unas horas después se confirmó una distensión en el bíceps femoral del muslo izquierdo.
Según el Departamento de Comunicaciones de América, “está pendiente de realizarse exámenes para definir grado y pronóstico”. Así las cosas, a Quiñones se le acabó el torneo y no alcanzó a mostrar sus antecedentes futbolísticos.
Marco Antonio Garcés
Corresponsal futbored Cali
En twitter: @marquitosgarces