“Yo sé que a mis compañeros del Junior les hago falta, porque soy el que le pone picante y sabrosura al camerino (risas). Les toca esperarme un poco, pero sé que volveré a jugar con ellos”, con ese ánimo y buen genio afronta un duro momento el volante Johnny Vásquez, a quien hace apenas unos días le diagnosticaron leucemia mieloide crónica.
Con esa alegría, 'el Indio’ como lo bautizaron en el equipo barranquillero, trata de escapar de una noticia tan inesperada y angustiante para cualquier ser humano. “Claro que uno se choca con la vida. Uno lo primero que piensa es en la familia, en mis hijos, mis padres. Pero ya lo acepté y estoy en pie de lucha. Cada día debo estar más fuerte para salir adelante”, comentó Vásquez Salazar, el menor de tres hermanos, aunque ya es hijo único, pues los dos mayores fallecieron.
Esa ausencia de sus hermanos, Dairo y Mabel, hizo mucho más difícil el poder decirle a sus padres que padecía de leucemia. “Fue bastante complicado contarles, porque de una familia grande, solo les quedo yo. Mi madre vino a verme y se tranquilizó un poco porque pensó que estaba en malas condiciones. Ella no mostró preocupación tan marcada por el bien de uno, pero sé que ha llorado y ha sufrido. Les dio muy duro la noticia”, contó el jugador nacido en Santander de Quilichao (Cauca).
Johnny es positivo, un hombre lleno de fe y con la seguridad de que se va a recuperar para volver a jugar fútbol. Y saca su tesón de sus padres (Edna Salazar y Emilson Vásquez), pues “ellos vivían en Tacueyó (Cauca) y les tocó abandonar su pueblo por culpa de la guerrilla. Luego se fueron a Caloto y desde hace casi 30 años viven en Santander de Quilichao. Son un ejemplo de lucha, de perseverancia. Esas raíces me dan orgullo y me motivan, porque soy de herencia guerrera y sé que superaré mi enfermedad”.
En Junior están pendientes todos los días
Desde el primer día que supieron de sus quebrantos de salud, la familia juniorista ha estado al tanto de Jhonny Alexander. “Jamell Ramos ha sido uno a los que más les agradezco. Él me llevó a donde un Pastor, habló con Mario González –jugador de Millonarios que superó una leucemia más fuerte– y ha estado pendiente de mí. Pero son muchos, incluso algunos se me pueden olvidar, los que han estado apoyándome: Sebastián Viera, el ‘Búfalo’ Ovelar, Jaider Romero, Felipe Correa, Yhonny Ramírez…Chunga. La verdad les agradezco a todos, porque con un ‘buenos días’, ‘¿cómo te sientes?’, hacen que uno se sienta motivado. Y eso lo valoro mucho”, confesó Vásquez Salazar, quien a la fecha toma dos medicamentos diarios: “quimios orales y otra pastilla para el ácido úrico”.
Los cambios han sido grandes
“Yo estaba solo en Barranquilla, pero ahora tengo a mi esposa (Paula Andrea) y a mis dos hijos (Manuela, de 4 años, y Alejandro, de 2). Mi señora me ha demostrado mucho amor, y como ella es sicóloga, pues también me ha ayudado en cosas más personales. Eso ha sido lo más importante en este cambio de vida, tenerlos cerca, ver crecer a mis hijos. Ellos son la alegría de la casa y son mi motivación para salir adelante; saber que hay que luchar por ellos, me da la fortaleza para salir adelante y superar esto”, dijo Johnny acerca de los cambios que ha tenido su vida.
Pero también le cambiaron los hábitos alimenticios, y eso no es fácil. “Ahorita estoy comiendo pescado y pechuga (de pollo), pero extraño las costillas, que son mis favoritas, y la chuleta (risas). Son hábitos que tengo que cambiar por mi bien y por mi familia. Da duro, pero eso es pasajero”, manifestó el volante que debutó en Deportivo Cali en 2007, “con Omar Labruna”, y que también jugó en Monagas de Venezuela, Pasto e Itagüí.
Volvió a acercarse a Dios
Hace seis años, Jhonny y Paula Andrea se casaron por lo cristiano. “Luego me tocó ir a jugar a Venezuela y allá no me congregaba; la verdad me ‘enfrié’. Iba esporádicamente a mi culto y me alejé un poco. Ahora, gracias a las palabras de Mario (González), estoy de la mano del Señor, primero Dios y la verdad es que he sentido esa paz y tranquilidad que no tenía. Solo él me puede ayudar y sanar. Este es un tratamiento de paciencia, no es una gripa. Hay que perseverar y aferrarse solo a Dios”, comentó el futbolista de 28 años, quien aunque no deja de escuchar Reggaetón, Salsa o Vallenato, también escucha música más espiritual: “Marcos Witt y Marcela Gandara son grandes cantantes y con letras muy esperanzadoras”.
Johnny Vásquez está y se siente bien. Aunque tiene un mes de incapacidad y seguramente se la van a alargar un mes más, “estoy en mi peso, me siento sano, el medicamento no tomó ninguna reacción y estoy asintomático. Eso me tranquiliza. Ahora debo ir a control cada 15 días, y en cuatro meses me harán una biopsia para mirar y determinar si puedo entrenar de manera personalizada y poder ir de menos a más”, apuntó.
“Tengo la convicción de que volveré a jugar y a estar bien. Pronto volverá la alegría, la ‘joda’ y la recocha a Junior. La vida cambia de un momento a otro pero es la voluntad del Señor y la entiendo. Estoy feliz y gozoso, porque sé que esto solo es una fase de mi vida”, finalizó el ‘Indio’ Vásquez.
Juan Pablo Arévalo López
Periodista de Futbolred
juaare@eltiempo.com
En Twitter: @Arevalo327

Vásquez, jugador de Junior que padece leucemia.
Foto: Archivo ETCE