La eliminación de Millonarios de la Liga II, el inminente riesgo de estar fuera de la Copa Libertadores 2020 y, más que eso, un año 2019 durísimo en materia de resultados, obligan a buscar culpables donde quiera que sea.
La situación deportiva, que llegó a ilusionar en el primer semestre, pasó del sueño a la pesadilla, prácticamente en las tres últimas semanas, cuando el azul perdió cinco de sus últimos seis partidos, sumó solo uno de 18 puntos posibles y, con justicia, se resignó a ver las finales por TV.
Las miradas apuntan, como es usual, al entrenador, Jorge Luis Pinto. Según reveló el diario El Tiempo, citando fuentes que pidieron el anonimato, el carácter del entrenador sería el detonante: “No fue una sola cosa, fueron varias y la forma del manejo del grupo del profesor desgastó al equipo. Son formas de trabajar, y cada quien tiene la suya, pero la forma del Profe hizo que el equipo se fuera apagando poco a poco, que se agotara, que se apagara”.
Según dicho medio, “El equipo no se paró, no hubo una mala intención de frente contra el técnico, pero los jugadores sí estaban mal, incómodos, molestos, y eso hizo que el ambiente fuera poniéndose cada vez más mal en el equipo, lo que venía de la mano con los malos resultados y el mal nivel de varios”, contó otra de las fuentes
Un hecho que habría roto de manera definitiva la relación entre el jefe y sus dirigidos tuvo que ver con la toma de muestras de sangre a toda la plantilla, tras un incidente con un jugador: “Hace como dos meses, uno de los jugadores llegó mal, llegó tomado, al entrenamiento. No recuerdo la fecha exacta porque eso fue un día normal, de entre semana. No se estaba preparando ningún partido. Eso, pues, le cayó muy mal al Profe, con toda la razón, y a los compañeros. Por eso, el Profe puso más controles y restricciones, y ordenó hacer exámenes de sangre sorpresa a todo el plantel”, dijo el medio.
“Este es un grupo sano, de jugadores con recorrido, con buena conducta, por eso el grupo se molestó porque por el error de uno no podían pagar todos y quedar todos señalados. A algunos de los más importantes jugadores les cayó muy mal eso; pero no por esto puedo decir que el equipo se acabó o que decidió parársele al Profe. Eso nunca pasó. Creo que esto fue un elemento muy importante en medio de todas las cosas. Los exámenes de sangre por sorpresa dejaron tocados a los jugadores”, añadió.
Uno de los consultados por El Tiempo apuntó sin dudar a la manera de trabajar del técnico Jorge Luis Pinto como causa de la debacle deportiva de Millonarios: “El problema de Pinto es que en todo se mete, que de todo sabe, y por eso pelea con todo el mundo. A todo el mundo le dice que lo que están haciendo está mal hecho y que el trabajo deben hacerlo como él dice. Los médicos han estado muy incómodos, no los deja trabajar”.
Los reclamos tras la derrotas, las palabras duras, los señalamientos a jugadores de manera pública y, al final, su fracaso en el tema de los refuerzos tendría a Millonarios en la grave situación que padece hoy: “Eso que dijo que le tocó aceptar que le desbarataran el equipo que ya tenía armado no es así: él hizo comprar a Hansel (Zapata), él pidió y pidió a Salazar (Juan Camilo), él trajo al Tico (José Guillermo Ortiz), que le funcionó bien; él presentó al comité deportivo todos esos nombres, como presentó el de Balanta (Deivy). En el comité, él sacó a De Los Santos (Matías), dijo que era lento y torpe, y con Marrugo (Christian) no se entendió nunca”.