A las 9:39 p.m., Ernesto Hernández se tiró decidido a su palo izquierdo, para atajarle el penalti a su colega Luis Delgado, y poner al Cali en la final de la Liga Águila. El uruguayo celebró con sus compañeros, los mismos que lo llenaron de valentía en la tanda desde el punto blanco, a pesar de que el guardameta era negativo antes de la 'lotería'.
"Cuando estaba terminando el partido, y veía que íbamos a definir por penaltis, la verdad es que mi pensamiento no fue para nada positivo, me puse a dudar un poco; pero luego vi la cara de mis compañeros y eso me llenó de vigor y tuve la suerte de atajar el penal definitivo", declaró Hernández Oncina, quien paró dos lanzamientos de Millonarios -a Carlos Ramírez y a Delgado-.
A sus 29 años, Ernesto Exequiel se enorgullece de hacer parte de un equipo tan joven; "yo también me siento así"; y destacó el talento y la garra que tuvo el equipo para superar a un rival de quilates como lo es el cuadro 'embajador'. "Somos un grupo joven, tal vez sin mucha experiencia en su mayoría, pero muy unido y que pelea los 90 minutos. Estoy orgulloso de estar con ellos y verlos dar lo mejor de cada uno para llegar a este punto", declaró el padre de Melina y Delfina.
Ahora, el guardameta uruguayo sabe que "tenemos que hacer la diferencia de locales contra el Medellín, y luego luchar de visitantes para salir campeones. Con ese sueño llegué y quiero coronarlo", finalizó Hernández, quien hizo parte de Uniautónoma, en la B, y del Atlético Huila, el año anterior.
Redacción Futbolred

El guardameta uruguayo se convirtió en el gran salvador del Cali en la tanda de penaltis.
Foto: Foto: Juan Pablo Rueda/ETCE