Primera final, primera titularidad en la disputa por un título, primera buena impresión contra un rival de los quilates de un campeón europeo como Chelsea, primer grito con el alma y en un estadio mítico como Wembley: ¡campeón!!
Le sale del alma a Luis Díaz, campeón de la Carabao Cup (Copa de la Liga de Inglaterra), en partido en el que mostró todo es desparpajo, el atrevimiento y el fútbol que lo tienen en boca de todos en terreno británico.
Le ganó el pulso a Diogo Jota entre los inicialistas y eso ya era una primera victoria. Después se mantuvo, luchó, generó y le faltó una pizca de fortuna para vencer al arquero Mendy, que fue una de las figuras de la cancha en Wembley. Llegar, mejor que estar. Y Díaz ha llegado con todo para quedarse en el nuevo campeón de esta Copa, uno de los cuatro trofeos por los que pelea en el sueño sin fin que ha sido vestirse de rojo.
Díaz tenía un partido ya clásico en Liverpool: gran despliegue físico, muy ubicado en la izquierda pero con confianza para aparecer al medio cuando Mané salió de la zona y para ofrecerse como asistente y como rematador.
El colombiano tuvo un primer tiempo con un remate de cara a gol y 27 pases con un 89 por ciento de efectividad.
Y en el complemento mantuvo su nivel y de hecho mejoró pues tuvo sus mejores aproximaciones a gol: primero le metió un lindo pase a Mané que no capitalizó el senegalés, a los 54 metió otro buen pase sin destino y a los 75 tendría la mejor, una cabalgata en la que apuntó a meterla debajo del cuerpo de Mendy pero le adivinó y le cerró el francés.
Un minuto después metió un cabezazo a la salida de un tiro de esquina y luego vino el error: a los 77 minutos perdió la pelota en la salida y en el retroceso parecía gol de Havertz, pero un fuera de lugar salvaba al colombiano... y a su equipo.
Tendría a los 81 una más, ahora juntándose con Milner pero la pared con Salah no salía bien y a los 85 provocaba un revolcón de Mendy para sacarle un gran remate al colombiano que pudo ser gol.
Para el alargue ya estaba exhausto Díaz y lo reemplazó Origi. El abrazo del jefe en la raya habla de su misión cumplida, más allá del resultado. Después Kelleher sería el impulso de este, su primer festejo, su primera foto con un trofeo en Inglaterra, que ojalá sea con el tiempo una anécdota. ¡que vengan muchas más!