James Rodríguez lo dijo con claridad: "¿hasta cuándo en Catar? No sé, uno no sabe lo que va a pasar. Aunque sí me gustaría irme ya para otro lado”.
Ya es ya. Y de eso tomó nota el mercado de inmediato. Aunque faltan cuatro meses para que se abra la ventana de verano, el colombiano ya estaría en una carpeta.
Y sería una gran casualidad pues da la sensación que su destino está atado al de su amigo Radamel Falcao García. Ambos compartieron camerino en Porto y en Mónaco y ahora podrían vestir, aunque no simultáneamente, la misma camiseta.
James sueña con regresar a la élite y aunque no es la Liga de Italia, la que ha dicho que le falta en su lista, sí que sigue teniendo opciones. Turquía, por ejemplo, sigue siendo Europa.
Según el diario deportivo Sporx, el agente del colombiano, Jorge Mendes, se reunió ya con su amigo Luis Campos, asesor deportivo del Galatasaray, y este a su vez ha hecho contacto con el el presidente Bulak Elmas y el director deportivo Pasquale Sensibile y habría encontrado buen ambiente para su iniciativa.
¿Problemas? Varios. El primero, un contrato con Al Rayyan hasta junio de 2024. El segundo, un salario anual que rondaría los 9 millones de euros. Y el tercero, un valor en el mercado de 15 millones de euros, dato no menor para los cataríes que, sin lograr todavía un resultado deportivo de su inversión, querrían sacar algo de lo que invirtieron.
Llama la atención que ahora un club como Galatasaray quiera ir por un jugador que le costaría casi el doble de lo que costaba Falcao, a quien descartaron precisamente por costoso. Sí, tenía que ver también con sus frecuentes lesiones. Pero sigue siendo crítica la situación económica del equipo y la reducción en las aspiraciones tendrá que ser dramática si es que esperan hacer negocios. ¿Pasará? Alguien tuvo que haber aprendido la lección.