James Rodríguez no jugará más en este mes de marzo y esa realidad, confirmada por el propio DT de Everton, Carlo Ancelotti, abre el interrogante: ¿qué tanta ventaja da por cuenta de sus problemas físicos?
La primera respuesta es muy pragmática: el colombiano se pierde el partido que nadie quiere perderse, el de cuartos de final de la FA Cup contra el poderoso Manchester City, el próximo 20 de marzo (12:30 p.m.). Considerando que es un torneo primordial para los 'Toffees', que lo ven como el plan B de regreso a competencias europeas, claramente era uno de esos días en los que tendría que estar.
Pero ojo que por culpa de esta lesión ya estuvo fuera cuatro partidos en los que se le extrañó contra Southampton (victoria 0-1), West Bromwich (victoria 1-0), Chelsea (derrota 2-0) y Burnley (derrota 1-2), este último el partido en que se notó especialmente la diferencia que hace su talento.
Claro, no son pocos los que le recuerdan que antes, cuando sufrió otra prolongada baja, dejó a su equipo sin la magia de su zurda contra Tottenham en FA Cup (victoria 5-4) y contra gigantes de la Premier como Chelsea (victoria 1-0), Leicester (victoria 0-2), Arsenal (triunfo 1-2) y Manchester United (derrota 0-2). Sí, se las arregló Ancelotti para ganar buena parte de esos juegos y respondieron, entre otros, Sigurdsson, pero la verdad es que no estuvo y ya.
La fecha probable, sabiendo que ese término es incertidumbre pura en su caso, es el 3 de abril contra Crystal Palace por la Premier, después de la pausa de la fecha FIFA. ¿Estará listo? Tristemente no lo sabe ni él.
Y mientras, Everton ha ido encontrando soluciones sin él. La principal, sin duda, Sugurdsson, el hombre que ha sabido ocupar el sitio del colombiano, justo detrás del 9 para ganar generación de juego y definir llegado el caso. Sus 6 goles y 9 asistencias, frente a los 5 tantos y 8 asistencias de James responden todas las dudas.
Es verdad que el creativo suramericano tiene un mejor promedio de pases clave: 1,7 por 1,1 del islandés ((51 pases frente a 36), pero mientras no esté en la cancha para defender esa marca, para hacer la diferencia, va a tener que acostumbrarse a que el hombre que ya estaba y que encontró con Ancelotti su mejor versión, lo desplace en las preferencias.
La realidad de fondo es más que preocupante: ¿qué pasa si no vuelve pronto James, si el equipo sigue pinchando como contra Burnley y si al fin no se cumple la meta de clasificar a Champions? Que pierden todos: Everton se armó para dar pelea en Premier y volver a Europa y estarán en entredicho todos, desde Ancelotti hacia abajo, si no se cumple. Además, James es un jugador costoso y su permanencia depende del ingreso de importantes cantidades de dinero como las que entrega la UEFA. Si no hay dinero no hay romance, y eso ambas partes lo saben.