Lionel Messi ya no es solo el capitán del FC Barcelona, el genio, el mejor del mundo del lado de los intereses del club español. Es, por si fuera poco, un talismán a la hora de las definiciones a partido único.
Recuperado de una lesión que llegó a inquietar ( el sábado, en un choque contra Napoli), el argentino está listo para acudir a la cita con lo que él llama "esa copa tan linda", que con los años se ha ido convirtiendo casi que en una obsesión.
Y para volver a levantarla tiene unos números inapelables en partidos que se deciden en una sola fecha y no en ida y vuelta: solo cuenta seis derrotas en los 25 partidos que ha disputado, con 20 goles marcados y 11 asistencias, según datos de Mundo Deportivo.
De hecho, de sus 34 títulos como barcelonista, 16 se resolvieron a favor de los catalanes (descontando las 10 Ligas y siete Supercopas de España a doble partido, así como la final de Champions 2006, que no jugó), añade la fuente.
Aunque en 2006 perdió la final de Supercopa de España, después, con Pep Guardiola. Messi, solo perdió una final en cuatro temporadas, la de Copa ante el Real Madrid en 2010-11. Y en los años siguientes ganó las otras ocho finales con intervenciones definitivas, bien anotando goles y reportándose con asistencias.
Es lo que tienen Messi y los pocos que están a su nivel: siempre aparecen. Ahora, en el nuevo formato de Champions, la Final 8 a partido único, ha querido la suerte que se cruce Barcelona con un gigante europeo, el Bayern Múnich, que apunta a ganarlo todo en esta accidentada temporada 2019/2020. ¿Necesitan un talismán? ¡Claro! ¡Frenen a Messi!
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