Tiene una gran plantilla pero, evidentemente, no una de super humanos. Quedó demostrado en una semana de doble competencia en la que el cansancio hizo mella.
Juventus cayó 1-0 en casa de Sassuolo, en un partido que se activó apenas para el segundo tiempo y que fue un golpe para Allegri, que ahora sabe que ni todas sus estrellas le garantizan la regularidad que quiere en Serie A y Europa League.
En este duelo el DT quiso rotar la nómina y dio descanso a habituales titulares como Chiesa, Cuadrado y Di María. Y le costó.
Tras un primer tiempo bastante pálido, en el complemento las cargas se activaron pero no como esperaban los de Turín, que a partir de los 57 minutos utilizaron a todos los mencionados, más Pogba.
Pero a los 64 se arruinó el plan: Fagioli cometió el grave error de rechazar mal y devolver al área la pelota que ya sus compañeros evacuaban tras un tiro de esquina y dejaban todo servido para el gol de Defrel.
De inmediato vino la sustitución y el chico se vio llorando en el banquillo, cubriendo su cara con la camiseta: calma, que el fútbol trae golpes así todos los días.
Juventus intentó reaccionar con un robo de picardía de Chiesa que no llegó a buen puerta y un gran remate de Di María que debió ser golazo, pero le faltó profundidad en su juego y mucho acierto en la puntada final.
Juventus es séptimo, estancado en 44 puntos y aún lejos de puestos europeos, mientras Sassuolo, décimo, se le acerca con 40 unidades.
