En la jornada 22 de la Serie A, el Atalanta de Duván Zapata y Luis Fernando Muriel visitaba al Cagliari con la firme intención de llegar a los puestos de zonas europeas.
Los primeros minutos del encuentro fueron de suma pasividad, ambos equipos intentaban imponer su estilo y tardaron bastante en conseguir sociedades efectivas en zona de ataque.
Los dueños de casa buscaban generar peligro por las bandas, especialmente la derecha, mientras que la visita, como siempre, apeló a las rápidas transiciones con Duván como eje: pivoteando, aguantando y abriendo espacios.
Ante lo trabado que se tornaba el juego, la pelota quita surgió como solución rápida. Justamente la primera llegada del Atalanta se dio tras un tiro de esquina que cabeceó Berat Djimsiti. Apenas arriba salió su remate.
En adelante, la tónica se mantuvo: cero espacios, imprecisión, juego cortado, mucha fricción y varias amarillas. No hubo un solo remate al arco.
Para cambiar la pasividad mostrada en los primeros 45 minutos, el entrenador Gian Piero Gasperini movió el banco en el entretiempo. Salieron Matteo Pessina y Mario Pasalic, ingresaron Marten de Roon y Aleksei Miranchuk.
Los locales remataron por primera vez al 48', luego de una gran proyección de Nahitan Nández que culminó en un derechazo potente que atajó el golero Marco Sportiello. Más adelante fue Radja Nainggolan, quien probó suerte desde la media distancia.
La visita respondió cinco minutos después con un remate lejano de Josip Iličić, pero Alessio Cragno controló sin problemas.
Sobrepasando la hora de partido llegaría la gran polémica. Tras un tiro de esquina en favor de Atalanta, Godín rechazó el balón, pero estirando la pierna y poniendo en peligro la integridad de Duván Zapata. El juez central detuvo todo mientras el VAR revisaba la jugada y, para sorpresa de muchos, decidieron darle continuidad al juego.
Al minuto 69, Gasperini decidió mover el banco. Se fue Ilicic e ingresó Luis Fernando Muriel, con ello la idea era aprovechar los espacios que pudiese ganar Duván Zapata con su juego de espaldas.
Fue pasando el tiempo y las defensas empezaron a sufrir. El conjunto de Bérgamo encontró la fórmula: largas posesiones en el borde del área y pelotazo para aprovechar la proyección de los carrileros. Así llegó un peligroso remate de Freuler dentro del área, tenía destino de gol pero justo apareció Godín para salvar.
Al 83 llegó la más clara hasta el momento. Muriel se avivó en la banda izquierda, mandó un centro llovido que cabeceó Zapata y el travesaño impidió el grito de gol. La dupla colombiana por poco cambia todo.
Aquella sería la última intervención del delantero caleño en el partido, ya que instantes después fue sustituido por Ruslan Malinovskyi.
Cuando parecía que todo terminaría con un tibio empate a cero, Muriel dijo presente. El atlanticense recibió un pase largo en banda izquierda, dejó en el camino a dos rivales con un solo movimiento y fusiló a Cragno. Golazo para la sufrida victoria de Atalanta.
Pero no todo sería tranquilidad en el conjunto visitante. En la última del partido, el juez central sancionó pena máxima por infracción de Marten de Roon sobre Rugani. Afortunadamente para los de Bérgamo, la jugada fue revisada en el VAR y al final no fue sancionado el penal. Los tres puntos fueron para Atalanta.