Lionel Messi puso al mundo a hablar de su homenaje a Diego Maradona: al marcar su gol en el 4-0 de FC Barcelona cotnra Osasuna, se quitó la camiseta y descubrió la que usó el ídolo en Newwll's, el club del que es hincha el rosarino.
El capitán catalán dejó conmovió a todos en distintos lugares del mundo, pero no al reglamento ni al árbitro Mateu Lahoz, quien le mostró la tarjeta amarilla, aplicando el artículo 91 del Código Disciplinario de la RFEF.
A pesar de lo emotivo que fue todo, la multa que se establece por actos como el suyo, de quitarse la camiseta, es de 3.000 euros.
“ El futbolista que, con ocasión de haber conseguido un gol o por alguna otra causa derivada de las vicisitudes del juego, alce su camiseta y exhiba cualquiera clase de publicidad, lema, leyenda, siglas, anagramas o dibujos, sean los que fueren sus contenidos o la finalidad de la acción, será sancionado, como autor de una falta grave, con multa en cuantía de hasta 3.000 euros y amonestación”, dice el reglamento.
Ha de ser un mal chiste para el argentino, quien asumiría con gusto el castigo a cambio de rendir el hermoso homenaje que se le ocurrió y que provocó incluso lágrimas en diferentes lugares del mundo.