Fortaleza está decidido a no dejar pasar por alto lo que tantas veces se comentó en medios locales en internacionales y que ha valido ya el anuncio de investigaciones en Dimayor, la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y, si se descuidan, hasta la Fifa: algo sospechoso pasó en el duelo Unión vs Llaneros que les dio a los samarios el cupo en la Primera A para la próxima temporada.
La prueba es la imagen que la transmisión oficial dejó en evidencia: un Llaneros extrañamente pasivo ante la salida de su rival, cuando el partido llegaba a su final y al dueño de casa solo le hacía falta un tanto para firmar el ascenso.
Pero ¿es una prueba concluyente? Carlos Barato, presidente de Fortaleza y quien anunció en FUTBOLRED que trabajan en una demanda para impedir que ese regreso samario a la A se consolide, considera que puede ser suficiente.
Acude el club bogotano al artículo 93 del reglamento, relativo a la predeterminación del resultado, y que dice: "si a juicio de la autoridad o comisión disciplinaria como consecuencia de la aceptación del ofrecimiento la actividad competitiva de club, selección municipal o departamental pudiera tener la incidencia en el resultado del encuentro se impondrá además la sanción de la derrota por retirada o renuncia".
Apunta además a una posible participación en juegos apuestas de alguno de los protagonistas del encuentro, lo cual tiene como pena la pérdida de los puntos y el descenso a la categoría inferior del club, mientras para los particulares responsables contempla multas de 30 a 60 SMMLV, imposibilidad de ejercer cargos relacionados con el fútbol por al menos dos años y hasta prohibición de ingreso a los estadios.
"Estamos con toda al asesoría jurídica evaluando los estatutos. Yo diría que se debe invalidar el ascenso por amaño y que debe haber una sanción a Llaneros por infracciones al 'fair play'", declaró Barato.
El dirigente reconoce que su equipo no venció a Bogotá FC. lo que habría ahorrado muchas discusiones, y no exige que lo beneficien. Tampoco espera que se repitan los partidos ni nada parecido. Lo que espera es aplicar justicia.
"Lo de menos es pedir nuestro ascenso, esa no es la solución. No deben darle puntos a ningún equipo y mantener la tabla de posiciones como estaba", propuso el directivo. Eso, en sentido estricto, es justamente ascender al club bogotano, que era el líder antes de esta última polémica jornada y dependía de sí mismo para llegar a la A, pero perdió contra Bogotá FC. Entonces, no sería tan lo de menos...
Y aquí vuelve la duda: ¿es posible considerar la imagen de la pasividad de los jugadores de Llaneros una prueba concluyente en un proceso en la Comisión de Disciplina de Dimayor primera instancia en este escándalo? La realidad es que es difícil que sea una prueba determinante, que pasa mucho por una interpretación subjetiva y que para expertos juristas, como los miembros de la mencionada entidad, se requiere más evidencia.
¿O quién puede probar que, como dice el presidente de Llaneros, no fue todo producto del desconcierto de su equipo? "La prueba negativa no es técnica. No puedo probar que no tuve la intención de dejarme ganar. Alegar corrupción sería torpe. Sancionar a Llaneros y que le den el partido por perdido 3-0 solo beneficiaría al Unión, que igual ganó su partido. Lo único es probar que Unión pagó y esa prueba es muy difícil. Ahora, un hecho notorio daría para sancionar a Llaneros, pero sería una sanción económica, eso es sencillo. Además no hay Primera C, con lo cual no habrá descenso, sería algo simbólico", explicó el abogado Andrés Charria.
Casi que la única manera de llegar a esa conclusión es el testimonio de algún protagonista, que a su vez debe aportar pruebas que vayan más allá de la sospecha de que algo malo pasó en la fecha del pasado sábado. Para complicar el panorama, según el experto en derecho, en Colombia el amaño de partidos no es un delito, con lo cual el futuro del caso en una instancia como la Fiscalía tampoco parece tan viable.
Pero ojo que a Fortaleza le quedaría otro camino: "habría que probar que a los jugadores de Bogotá FC alguien les propuso un acto de corrupción, lo que en todo caso tiene dos vías: el que ofrece y el que recibe. Ahí habría señalados jugadores o hasta el árbitro, cualquier protagonista, pero de nuevo hay que probarlo", añadió Charria.
La situación entonces está en manos de una Comisión de Disciplina que ya fue citada por Dimayor, en medio de una presión mediática enorme, que incluye no solo al Ministerio de Deporte o a la FCF sino hasta al presidente Iván Duque. Pero al final la discusión tiene que pasar por las pruebas más allá de las sensaciones. El temor del presidente Barato de que al final de toda esta tormenta no pase nada es una posibilidad cierta. Por eso ahora hay que tener todos los sentidos en este pulso: el que se cansa, pierde.