Jorge Almirón llegó a Atlético Nacional a principios de este 2018 tras ser subcampeón de la Copa Libertadores 2017 con Lanús. Estuvo ocho meses al frente del equipo pero nunca logró resolver defectos de fondo de una escuadra que presume de tener la mejor nómina del país.
Según versiones extraoficiales, el argentino y su cuerpo técnico facturan 1,5 millones de dólares por temporada, inversión que nunca se tradujo en resultados para Nacional.
¿Qué pasó? Almirón no logró armar un equipo equilibrado y, en muchos casos, no supo aprovechar las virtudes de sus dirigidos.
Repasamos aquí los defectos que nunca tuvieron una solución:
Dudas en distintas posiciones
Los problemas comenzaron desde el arco. Fernando Monetti llegó de la mano de Almirón para reemplazar a Franco Armani en el arco verde. Aunque en el primer semestre tuvo buenas actuaciones, vino la sanción de cuatro fechas impuesta por la DIMAYOR y el que ganó terreno fue Cristian Vargas. El colombiano tenía muy buen desempeño pero no alcanzó para que el DT lo mantuviera. .
Volvió Monetti contra Atlético Tucumán por Copa Libertadores y tuvo un error que se transformó en gol. Se perdió la confianza y el apoyo de la hinchada. Vargas volvió a ser titular en liga, pero Almirón aprovechó la vuelta de la Copa Águila ante Patritoras para rotar y meter a Monetti otra vez. El exjugador de Lanús respondió y volvió a ser titular en la última fecha del torneo local ante Alianza Petrolera, pero cuando el partido estaba prácticamente liquidado con un 3-0 para los verdes, Monetti permitió dos tantos en los últimos minutos.
¿Quién era entonces el titular en el arco? ¿Qué más debía hacer Vargas para quedarse con ese lugar? ¿Había que mantener a Monetti por extranjero y no por otra razón? ¿Confió demasiado Almirón en su portero de Lanús? Todas preguntas sin respuesta.
Las dudas también se transmitieron a los jugadores de campo. Cristian Mafla empezó como titular en el semestre, pero al DT no le gustó cómo jugó en la primera fecha ante Tolima en el primer semestre. Trajo a Rafael Delgado, que tampoco rindió y usó a Mafla poco y nada.
Vladimir Hernández también fue víctima de las decisiones cuestionables de Almirón pues, tras unos buenos partidos en el primer semestre, bajó su nivel y el DT lo sentó, quitándole toda la confianza. Reinaldo Lenis, arrancó bien con los verdes, pero fue marginado poco a poco tras rendimientos regulares: primero fue al banco de suplentes y después dejó de ser concentrado.
El juego por el medio
El estilo de Almirón se ha caracterizado por no jugar con un volante 10 clásico, por tener jugadores rápidos por las bandas que deben mandarle centros al número nueve. El DT forzó su idea al principio, sacó a Macnelly Torres del once titular para usar jugadores más aptos para su idea de juego y eventualmente, lo usó, pero casi siempre fue el primer cambio cuando muchas veces ni siquiera jugaba mal.
Nacional se hizo muy predecible en su juego porque solo buscaba las bandas y no tenía juego por el medio. Los equipos sabían tapar las vías y dejaban al cuadro 'paisa' sin ideas.
Para el segundo semestre, Torres se fue al Deportivo Cali, facilitando un poco más la adecuación de su plantel a lo que quería. Nacional siguió con el mismo problema: no pudo encontrar juego por el medio y dependió mucho del juego exterior. La inconformidad de los hinchas, acostumbrados a tener espectáculo y no carreras atléticas en la cancha, empezó a hacerse notar.
Los refuerzos
En el primer semestre llegaron nueve jugadores: Fernando Monetti, Helibelton Palacios, Diego Braghieri, Camilo Zúñiga, Rafael Delgado, Vladimir Hernández, Jorman Campuzano, Gonzalo Castellani y Reinaldo Lenis.
Monetti fue titular de manera inmediata, al igual que Helibelton Palacios y Rafael Delgado en la zona defensiva. Palacios fue el más regular de los del fondo, Delgado inició bien y se terminó cayendo. Braghieri jugó muy poco.
En el medio, Campuzano, el de menos cartel, fue el mejor de los que llegaron y se ganó su puesto. Castellani, que ya había trabajado con Almirón en Lanús, llegó y fue titular, pero no tuvo un rendimiento constante. Alternó buenas y malas. Vladimir y Lenis, alternaron mucho y ninguno se consolidó en el puesto. De los que arribaron, solo dos tuvieron un buen rendimiento.
Para la segunda mitad, el mercado fue aún peor. Nacional trajo cinco jugadores y Almirón pidió más extremos y le trajeron a Yerson Candelo y Carlos Rivas. Candelo inició bien, pero las lesiones lo dejaron por fuera en algunos partidos. Rivas fue usado poco y nada. En su debut ante Patriotas fue sacado en el intermedio. Por la copa local y ante Patriotas, Rivas marcó el único gol, pero a pesar de esto, no fue usado más por Almirón. Los refuerzos nunca marcaron la diferencia.
Atrás llegó Deiver Machado para reemplazar a Delgado. Machado empezó bien, pero no se termina de afirmar del todo. Juan Pablo Ramírez volvió y se puso la 10, pero no jugó bien y Almirón no lo concentró varias veces. El último en llegar fue el delantero Omar Duarte, quien fue usado como extremo por banda izquierda y nunca en su posición natural de centrodelantero.
Almirón acumuló muchos jugadores por afuera que no respondieron y de los que trajo solo unos pocos terminaron siendo efectivos, como es el caso de Jorman Campuzano y Helibelton.
📸 Así fue el gol de Omar Duarte que abrió el marcador en el Atanasio. #VamosVerdolaga pic.twitter.com/2Fb9ZZkFAG
— Atlético Nacional (@nacionaloficial) August 29, 2018
La efectividad del trabajo de los extremos
Los jugadores por afuera son claves para Almirón, pero nunca pudo conseguir la pareja de extremos que acompañaran a Dayro Moreno. En el primer semestre alternó mucho entre Andrés Rentería, Steven Lucumí, Reinaldo Lenis, Vladimir Hernández y Gustavo Torres. Ninguno se pudo afianzar ni le generó confianza a Almirón. El argentino rotaba cada partido las bandas y ni le dio rodaje a un par para afianzarse.
Para el segundo, llegaron Yerson Candelo y Carlos Rivas, pero el resultado fue el mismo: ninguno pudo quedarse en el once titular y el caso más llamativo fue el de Rivas, pues en su primer partido salió en el descanso, marcó un gol vital y después nunca más fue tenido en cuenta.
Extraña rotación
Para partidos de Copa Libertadores en especial, Jorge Almirón aplicó una extraña rotación : 'guardó' jugadores en el internacional cuando dení hacer en el local. Por la tercera fecha de la fase de grupos ante Bolívar en La Paz, Dayro Moreno y Macnelly Torres no viajaron por decisión técnica para ser 'cuidados' para el clásico ante Medellín. Nacional cayó en Bolivia y estaba en la parte alta de la tabla.
Por la quinta fecha ante Delfín en Ecuador, pasó lo mismo. No viajaron ni Torres ni Dayro (Almirón dijo que fueron guardados para la vuelta de los octavos de fina de la liga) y Nacional cayó 1-0, sufriendo mucho la ausencia de estos dos jugadores y casi hipotecando la clasificación en la Libertadores.
La última se dio en Tucumán. Sentó a Alexis Henríquez y a Dayro Moreno en la ida, la zona defensiva notó mucho la ausencia del capitán y Dayro entró faltando pocos minutos y tuvo la opción más clara. Lo más grave es que jugó con un falso nueve, cuando en el banco tenía a Duarte y a Dayro. Sobre la suplencia de Moreno, Almirón indicó que el jugador presentó una gripa durante el viaje.
Simón Gómez Córdoba
Corresponsal Futbolred Medellín