Este viernes 30 de mayo se disputará la etapa 19 del Giro de Italia, un recorrido que algunos especialistas ya han catalogado como la más dura de esta edición. Serán 166 kilómetros desde Biella hasta Champoluc, y desde el inicio habrá acción en la montaña.
Apenas en el kilómetro 4 los ciclistas se enfrentarán al Croce Serra, primer puerto del día, que marca la entrada al Valle de Dora Baltea. Después viene un tramo más llevadero hasta Verrès, pero será apenas un respiro antes del verdadero reto.
La segunda parte del trazado reúne tres ascensos de alrededor de 15 kilómetros cada uno: el Col Tzecore, el Col de St. Pantaléon y el Col de Joux. No hay espacio para la recuperación ni para el descanso.
Tras el descenso a Brusson, los corredores encaran el cierre en subida hacia Antagnod. El último kilómetro guarda un tramo empedrado que comienza a 1.000 metros de la meta y termina a 400. Luego, un remate sobre asfalto, en ligera pendiente.
En total, la etapa incluye tres puertos de primera categoría, uno de segunda, uno de tercera, además de tres sprints intermedios. Un día clave en la lucha por la general, donde los escaladores deberán mostrar toda su fortaleza.
