La etapa 16 del Giro de Italia dejó muchas historias, pero una de las más destacadas fue la de nuestro Egan Bernal. A pesar de los contratiempos, se mantuvo firme hasta el final y dejó claro que su espíritu competitivo sigue intacto.
Bernal sufrió una caída a 90 kilómetros de la meta. Luego, en uno de los puertos de montaña, perdió contacto con el grupo principal. Sin embargo, logró recuperarse y volvió a conectar con los líderes tras un esfuerzo admirable.
En los kilómetros finales volvió a mostrar signos de fatiga, pero aun así terminó en la undécima posición de la etapa y escaló dos casillas en la clasificación general.
“Cambió mucho la general en un día, hay mucha montaña y quedan tres días. Mañana es el Mortirolo. Pasado mañana otra etapa en la que no se va a descansar”, expresó el ciclista colombiano, mostrando confianza en lo que está por venir.
Aunque está a 3 minutos y 23 segundos del líder, Bernal no pierde la esperanza. “Luego, quedan dos días difíciles. Así esté cascado, vuelto nada, la idea es seguir atacando, intentándolo y no rendirse”, afirmó.
Y dejó una frase que define su temple: "No me he rendido en cinco años, me iba a rendir en un día". Este miércoles, la montaña volverá a ser protagonista en una fracción que puede marcar el destino de esta edición del Giro.