Qué significa que alguien bese con ojos abiertos, según la psicología

- Según la psicología, las personas que besan con los ojos abiertos lo hacen para no perder el contacto con la realidad, una forma de autocontrol para no sumergirse en lo ‘desconocido’.
- Anteriormente, la inteligencia artificial reveló 10 consejos para revivir la pasión de una pareja a pesar de los años.

Si bien no es una de las principales causas de divorcio y separaciones, besar mal puede hacer perder el interés de una persona. Resulta que un estudio de 2020 arrojó que el 44% de los participantes perdió el interés en alguien después de un mal beso. Lo cierto es que en el mundo existen personas que besan con los ojos abiertos, algo incómodo para muchas personas y que según cuenta David Coleman, lo hacen para no perder el contacto con la realidad.

En su libro Inteligencia emocional, el especialista señala que es una forma de autocontrol que se ejercería porque al besar con los ojos cerrados se accede a "una dimensión interna de sensaciones que para muchos hombres es difícil de controlar". En este sentido, besar con los ojos abiertos sería una forma de no dejarse arrastrar a lo desconocido. Lo curioso es que, según cuenta el diario El Mundo, esto le sucede en mayor medida a los hombres que a las mujeres.

¿Por qué cerramos los ojos cuando besamos a una persona?

El medio mencionado asegura que el 90% de las personas besan con los ojos cerrados. Según las psicólogas Polly Dalton y Sandra Murphy, determinaron que la mayoría de las personas que cierran los ojos al besarse lo hacen para concentrarse en la tarea en cuestión, tras un estudio realizado en la Royal Holloway de la Universidad de Londres. "Cuando se omiten los impulsos visuales, se aprovechan más los recursos cerebrales para centrarse en otra cosa", dijo una de las especialistas.

¿Qué sucede en nuestro cerebro cuando besamos a otra persona?

Según el psicólogo Buenaventura del Charco, cuando nos besamos con otra persona nuestro cerebro experimenta cambios y segrega gran cantidad de oxitocina (la hormona del amor), dopamina y serotonina. Estas sustancias generan sensación de cercanía, apego y euforia. No obstante, cuando un beso es malo y no nos gusta, el cerebro segrega cortisol, que es la hormona del estrés y que generará una sensación desagradable, de rechazo y de cierta necesidad de huida.