En Everton se prendieron las alarmas por la inseguridad que viven algunos de sus jugadores, que viven al nordeste, más cerca a Mánchester, pues en los últimos días los robos se han multiplicado y llegaron a afectar al portero sueco Robin Olsen.
El guardameta, su esposa y sus dos pequeños hijos, fueron intimidados por ladrones que irrumpieron en su casa, amenazaron con cuchillos y se llevaron un botín con joyas y un reloj de lujo. Pero más allá de lo material, lo que realmente preocupa es la integridad de los familiares del jugador, así como su tranquilidad.
Según ‘Daily Mail’, las autoridades ya le advirtieron a los futbolistas, que viven en la zona del nordeste, que corren un mayor riesgo de ser atacados. Cuenta la prensa inglesa que Olsen se derrumbó y se le ha visto afectado a la hora de revivir los desagradables momentos que vivió el pasado sábado.
Así, Everton ofreció guardaespaldas a sus figuras, pues no quieren otro traumático episodio como el sucedido con su portero. Además, hay apoyo y asistencia para tomar las medidas necesarias, recordando protocolos de seguridad con consejos sobre qué hacer en casos como un robo a mano armada.
Además, algunos jugadores ya habrían contactado con empresas especializadas en perros guardianes entrenados, para proteger sus viviendas.
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