Conmebol tomó una decisión salomónica en el caso de la final de la Copa Libertadores: se jugará el 8 o el 9 de diciembre pero no en Argentina, donde se presentraron los desmanes durante el fin de semana pasado.
Alegando precisamente esos hechos de violencia, Conmebol decidió: "El partido de vuelta se jugará entre los días 8 y 9 de diciembre en horario y sedea definir por autoridades de la Conmebol a la mayor brevedad, sujeto a fallo del tribunal disciplinario".
¿Qué fallo? El de la Comisión Disciplinaria, que es un órgano externo a Conmebol y que tiene que emitir un concepto sobre la demanda por los puntos del duelo River-Boca en el que los jugadores del equipo xeneize fueron agredidos.
"Conmebol asumirá todos los gastos de hasta 40 personas por delegación y se hará cargo de la seguridad en el país sede", añade el comunicado.
Nota entregada por el Presidente de la CONMEBOL a los presidentes de los clubes River Plate y Boca Juniors en la reunión del martes 27 en la sede la de CONMEBOL, en Paraguay. pic.twitter.com/qNBYTRZXx6
— CONMEBOL.com (@CONMEBOL) November 27, 2018