Está hecho. Everton vuelve de la pausa de selecciones este lunes, contra Burnley y, con un prometedor inicio de campaña, con 7 puntos de 9 posibles (octavo lugar de la tabla), no parece tener demasiadas necesidades. Eso es lo que hace retador lo que viene para James Rodríguez.
Tal como se sospechaba, el técnico Rafa Benítez no tiene ninguna intención de modificar su plan solo porque el jugador más costoso de la plantilla no logró salir, como se esperaba, en la última ventana de verano. Pero a estas alturas entiende que si ya lo tiene a disposición sería una torpeza no utilizarlo.
“Cada jugador tiene sus características y unos juegos en los que él puede marcar la diferencia. Si James se queda con nosotros, necesitamos encontrar los juegos adecuados para él, y él tiene que mostrar su compromiso y su deseo. Es algo que sus compañeros de equipo, fanáticos y personal esperan de él. Si puede hacer eso, puede hacer una contribución para el equipo", dijo el DT en la última rueda de prensa, en la que varias preguntas se refirieron al zurdo.
¿Y cuáles cree que serán eso "juegos adecuados"? Everton tiene 18 partidos hasta que se abra la ventana de transferencias de enero, tal vez algunos más si logra avanzar en la Copa de la Liga. Pero hay un tema clave: en su primera temporada en la Premier, nunca jugó más de 6 partidos seguidos por culpa de los problemas físicos, con lo cual la idea es administrar las cargas para no perderlo en duelos clave, en los que, generalmente, tuvo buenas presentaciones.
El calendario dice que, en octubre, por ejemplo, vienen Norwich, West Ham, Watford y, el día 2, Manchester United. Ya el creativo se jugó un partido memorable contra ese rival, que ahora está reforzado por Cristiano Ronaldo, y podría ser ideal reservarlo para entonces. En noviembre el reto sí que será exigente: Tottenham, Manchester City el clásico contra Liverpool. Son los duelos ideales para que esté a disposición, no obligatoriamente para ser titular, pero tal vez sí para ser un revulsivo en caso emergencia.
La diferencia de la era Ancelotti, cuando se esperaba que él resolviera casi todo, es que esta vez tiene más socios además de Richarlison y Calvert-Lewin: con las incorporaciones de Demarai Gray y Andros Townsend, además de Iwobi, otro buen socio en el pasado, es un hecho que sus pases precisos y profundos, que suelen romper las más férreas defensas, encontrarán mejor destino.
Así que esta vez, al menos por los próximos cuatro meses, no se trata de que juegue todos los partidos, pues la realidad es que no es necesario. El plan puede ser administrarlo y controlar su actividad.
Lo claro es que ahora encontrará muchas más exigencias en cuanto al despliegue físico, tiene que entrenar en la dinámica de un fútbol rápido y de ataque directo, que es lo que quiere el DT y lo que, al final del día, distingue a la Premier League. La única alternativa es redoblar esfuerzos en los entrenamientos y en los minutos de juego de los que disponga, aceptar las nuevas normas y ceñirse a ellas. Es su camino para volver a estar a tope, abrirse mercado en enero y, más que nada, volver a la Selección Colombia. Está, como casi siempre, la pelota en sus pies.