El instante de felicidad de Luis Díaz, en su llegada a la sede de Liverpool, se resume en un abrazo: el que le dio su nuevo jefe, nada menos que Jürgen Klopp.
El alemán se mostró cálido y cercano con su nuevo fichaje y hasta se aprendió un par de palabras en español para darle la bienvenida.
Así fue el instante que el colombiano solo se había imaginado en sueños:
El colombiano llegó en avión privado y recibió el tratamiento que les dan a las estrellas de la plantilla:
Díaz le dio un abrazo muy fuerte a su nuevo jefe, el alemán vio pronto que no se animaría a decir nada en inglés, menos ante las cámaras, así que tomó sus palabras y solo le dijo: "muy bien". Después le presentó a su asistente, con quien también hubo un abrazo cálido, y entonces, manos a la obra.
Ya el guajiro está en su destino y ahora es cuestión de entrenarse a fondo, de concentrarse en aprender inglés y esforzarse para facilitar su adaptación, y su fútbol dirá todo lo demás. Hay competencia interna (Mané, para empezar), cambiará absolutamente todo en su día a día y al comienzo su único contacto será su traductor. Pero hay ambición, talento y paciencia para hablar dentro de la cancha.