Faltan diez días para el duelo amistoso que protagonizará la Selección Colombia contra su similar de Honduras, el 16 de enero en Fort Lauderdale (EE. UU.), y a falta de la convocatoria oficial, se especula con la presencia de varios jugadores que quisiera tener el técnico Reinaldo Rueda para preparar el crucial enfrentamiento del 28 contra Perú, por las Eliminatorias al Mundial de Catar 2022.
Entre los posibles llamados, además de Juan Fernando Quintero, quien ya finalizó la aventura en el fútbol de Asia, se habla de James Rodríguez, él sí atado todavía a una liga exótica en la que no la pasa para nada bien, al menos en materia de resultados.
Al-Rayyan, el equipo que le dio la mano para sacarlo de Everton, donde Rafa Benítez le había bajado el pulgar desde el mismo momento de su llegada, es el presente del zurdo y su primera obligación. Esa es la realidad. Atascado en la octava casilla de la tabla de posiciones, con solo 12 unidades y un serio compromiso con la zona de descenso (compiten 12 clubes, descienden los dos últimos al final de la temporada), el equipo catarí necesita del hombre más caro de su nómina ya no para apuntar a ganar títulos sino para defender la categoría: ¡vaya inversión!
Pero es lo que hay y por eso las opciones de que pueda jugar el amistoso en Fort Lauderdale se reducen drásticamente: Al-Rayyan se mide al líder Al Sadd el 13 de enero, a Al Khor el 18) y a Al Ahli el 23, por lo cual el viaje a Estados Unidos está de lo más atravesado en el calendario. Esta vez ellos tienen lo que por varios lapsos no pudo disfrutar Everton: un talento sano y descansado, sin la pesada carga de las lesiones- ¿Por que habría de desaprovecharlo?
Pero, por otro lado, está la necesidad de la Selección Colombia: Honduras es una práctica clave, un único ensayo para el definitivo duelo contra Perú, ese que lo iguala en 17 unidades y es la principal amenaza a la cuarta casilla de la tabla de posiciones de las Eliminatorias mundialistas que ocupa hoy. Ganar ese duelo contra los de Gareca, el 28 de enero en Barranquilla, es perentorio si hay ilusión de una tercera Copa Mundo al hilo.
Y no solo eso: el creativo acaba de volver bajo una especie de matrícula condicional que le aplicó el técnico Reinaldo Rueda en la pasada Copa América y la fecha de las Eliminatorias de mitad de 2021 y, aunque dio todas las señales de su calidad de siempre, es obvio que le hace falta rodaje, competencia, minutos para volver a engranar con sus compañeros y hacer que aprovechen sus pases filtrados y sus servicios. Sin goles no hay puntos y Colombia ya completa cinco jornadas sin anotar: ¿cómo no va a ser necesario un ensayo más antes de enfrentar a Perú?
La gran dificultad es que los cataríes tienen la sartén por el mango: al tratarse de un amistoso por fuera de las fechas establecidas por la FIFA, la única opción de contar con jugadores como James es la buena voluntad de sus patrones. El jugador puede presionar, es cierto, pero ante las necesidades de Al-Rayyan no parece que un reclamo del 10 vaya a hacer alguna diferencia-
James no logra hacer diferencia en un club con jugadores limitados y se va hundiendo día a día en ese fango: solo marcó un gol y dio tres asistencias en seis partidos. Y ese puede ser su argumento para convencer a Laurent Blanc de dejarlo salir unos días hacia Estados Unidos, con la promesa de volver sin demora y con el compromiso que solo da l agradecimiento. Pero bien puede haber una lesión, una contingencia sanitaria, una contrariedad que haga que la ausencia no sea por unos días nada más y que se ponga incluso en riesgo la convocatoria a fina del mes para las Eliminatorias, que son lo que de verdad importa. ¿Vale la pena tanto riesgo para enfrentar a Honduras, James? Esta vez ya no puede volver a equivocarse...