En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de
terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística,
optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada
con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa
navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo
deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Nicky Jam fue el primer artista en aparecer y lo hizo con una camiseta con el rostro de J Balvin, su gran amigo.Foto: AFP
Por:
Redacción Futbolred
15 de julio 2018, 10:02 a. m.
La ceremonia de clausura del Mundial de Rusia 2018 fue la continuación de la sobriedad de la inauguración, pero con acordes latinos. Esta vez el fondo fue azul y los bailarines salieron con paneles en los que se proyectó el conteo regresivo para la ceremonia. Todo con el máximo de precisión, como todo en este Mundial impecable en términos de inauguración.
Esos mismos paneles fueron después cuatro pantallas gigantes donde se proyectaron las mejores imágenes del torneo. Los jugadores y los hinchas y todo el color de estas cinco semanas abrieron un espacio para la nostalgia.
Salió Nicky Jam y su pegajoso ritmo y un pedacito del ritmo caribe se coló… pero no llegó a emocionar a la gente. Luego vinieron Era Istrefi y Will Smith, este último con alguna tímida ovación, y los tres, sobre el escenario dorado, interpretaron la canción oficial de la Copa. Por mucho que intentaron no despertaron realmente a los asistentes.
Para el cierre, música tradicional rusa, voz de ópera y así, mientras la cámara enfocaba a la cantante rodeada de niños y acompañada por la mascota del Mundial, en menos de 5 minutos, se fueron la tarima la dorada, el tapete azul, los extras, los bailarines, los artistas y quedó el campo, listo para la batalla final entre Francia y Croacia.
Broche de oro, a la altura de un torneo sin mancha. Punto para Rusia, a la que a partir de este Mundial se mirará de una manera distinta.