Atalanta goleó en Serie A. Normal. La noticia es que lo hizo de la mano de un inspirado Luis Muriel, quien hizo gala de toda su inspiración contra su exequipo, el Udinese.
Fue una victoria aplastante por 2-6, que supone tranquilidad en la tabla de posiciones, en la que el equipo de Gasperini es cuarto, con cupo directo a Champions League.
Pero volvamos a Muriel y su noche. A los 16 minutos ya resolvía el tema Atalanta en un gran cabezazo de Pasalic, quien llegó libre y castigó para el 1-0.
Y a los 22 Muriel, que había arrancado enchufado, tomó una pelota apenas adelante del medio campo, enfiló al área, sacó a pasear a su marcador y sacó un remate preciso pegado al palo para el 0-2. ¡A sangre fría!
Poco podía hacer Udinese para contener a un rival con muchas opciones ofensivas y así lo normal era que cayera el tercero: una acción que lideró Muriel provocó el lucimiento del portero y en el rebote apareció libre Malinovskyi para el 3-0 a los 43.
Parecía lapidario. Y de hecho lo sería a pesar del descuento, una jugada rara en la que Djimsiti desviaba la pelota para el 1-3 parcial, todo por cuenta de Muriel.
A los 70 daba un aviso pero a los 76 consolidaba su noche: tremenda definición cruzada que pegó en el palo antes de meterse al arco rival. Era el 1-4 y con sonoro silbido lo despidió la afición de su equipo a los 78. Después caería un gol de Betuncal a los 88 y la reacción de Maehle (89) y Pessina (90+2) para el 6-2 final.
Así Atalanta hizo lo que le correspondía y sumó 41 unidades, 7 menos que Milan, el líder, pero con un partido menos. Y sin su goleador, Duván Zapata, que no es poco. No lo es porque esta vez, como muchas otras, está Muriel inspirado.
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