Domingo inolvidable en el fútbol italiano. La Juventus de Juan Guillermo Cuadrado protagonizó una remontada inolvidable en casa de la Roma de Mourinho. Pasó de todo en el Olímpico: penalti errado, expulsiones, polémicas, de todo.
Las emociones llegaron en los primeros minutos del encuentro. Tamy Abraham puso a celebrar a todos los asistentes al Estadio Olímpico, tras un tiro de esquina que tomó a todos por sorpresa.
El francés Veretour levantó un tiro de esquina al primer palo y el delantero inglés, que se anticipó a su marcador, cabeceó en el área chica y venció sin problemas la resistencia de Wojciech Szczęsny.
Los romanistas siguieron atacando y todo parecía indicar que sería una catástrofe para la Juventus. Pero cuando nadie se lo esperaba, la igualdad llegó...
Federico Chiesa avanzó por sector izquierdo y asistió a Paulo Dybala, quien controló con derecha en la media luna y definió con una sutileza extraordinaria con su pierna izquierda. Tiro colocado y nada pudo hacer Rui Patricio.
En adelante, el encuentro cayó en un bache. No hubo reacción alguno de los locales y la visita se conformó mientras con el golazo argentino del 1-1.
Ahora bien, las malas noticias no tardaron en llegar para la Juve. Al 32' fue sustituido Chiesa por preocupantes problemas físicos (ingresó Dejan Kulusevski) y al 45+3 Cuadrado recibió una tarjeta amarilla, la cual lo llevará a ser sancionado por acumulación y en dicho sentido se pierde el duelo de Supercopa de esta semana frente al Inter de Milán.
La segunda parte inició de la mejor manera para los dirigidos por Jose Mourinho. Tras el silbatazo, Henrikh Mkhitaryan avanzó con total libertad y desenfundó un remate potente de media distancia que se desvió en la defensa juventina, el balón terminó ‘bañando’ a Szczęsny y se coló en el ángulo superior derecho.
Y por si lo anterior no fuese suficiente, al minuto 53 Lorenzo Pellegrini amplía la ventaja capitalina. El volante italiano se hizo cargo de un tiro libre al borde del área y la clavó en un rincón inatajable.
Con lo anterior, el duelo se puso perfecto para la estrategia que suele utilizar Mou: férrea defensa en el fondo y rápidas transiciones al ataque. A pedir de boca...
Con el ingreso de Álvaro Morata, la ofensiva de Juventus tomó un aire. Al 69', el español se visitó de asistidor, mandó un centro llovido desde la derecha y Manuel Locatelli, sin marca alguna, de cabeza puso el descuento.
Tres minutos después y tras un borbollón en el área local, Kulusevski capturó un rebote y anotó. De inmediato, el juez de línea invalidó la acción por fuera de lugar, pero desde el VAR revisaron la acción y decidieron que todo fue legal. La Juve lograba igualar el duelo. Apasionante 3-3.
E instantes después, al 76', el cuadro bianconero lo dio vuelta. Mattia De Sciglio aprovechó un grosero error de Smalling al rechazar, la bajó y definió al primer palo de Patricio. Locura absoluta.
Pero no todo estaba dicho. Al minuto 80 llegó la gran pólémica del encuentro. Abraham intentó rematar a puerto, pero Matthijs de Ligt se interpuso. Todo normal hasta que desde el VAR llamaron al juez central para que revisara una posible pena máxima.
Al rematar Abraham, el balón pegó en la mano del neerlandés. Nada que hacer. Ahora bien, el juez no solo sancionó pena máxima sino que castigó la impruedencia con amarilla, De Ligt ya tenía una y por defecto se fue expulsado. Pellegrini, que venía de marcar un golazo, se hizo cargo, pero Szczęsny atajó y en el rebote le erró al balón. Seguía la ventaja de Juventus, ahora con uno menos.
A punta de amor propio y tesón, la Roma dio pelea hasta el último suspiro, mientras los de Allegri se defendían a capa y espada.
Finalmente la remontada no se movió y Juventus sacó tres puntos valiosos de la capital italiana. Con ello llegó a 38 puntos y se mantiene en la persecución por los puestos de Champions League. Por su parte, la Roma quedó en la séptima casilla con 32 uniddes.