Luis Díaz verá el Mundial por TV. A la anécdota se irá su partido redondo contra Bolivia (3-=, su gol y su asistencia y el sacrificio en el 0-1 contra Venezuela. Al olvido todo, una pena.
Su arranque era una promesa: remate frontal que encontraba bien ubicado a Fariñez, nuevo intento por la punta izquierda a los 13 y a la siguiente jugada otra especialidad de la casa, el remate cruzado que salvó el venezolano en su mejor momento del partido.
Pero empezaron a pasar los minutos sin que lograra juntarse con la naturalidad que quería con James o Borré y pronto los zagueros rivales lo fueron neutralizando.
Para el segundo tiempo de nuevo amenazaba en el arranque con un buen remate, pero se engolosinaba y perdía un tiro de esquina en un raro laboratorio que nadie entendía.
A los 90+3 se lo sirvió a Suárez el segundo que desperdició el samario y acabó extenuado, pero con la satisfacción de haber hecho lo que se esperaba de él en esta doble jornada. ¿Por qué ahora? ¿Por qué no contra Argentina o Perú? ¿Por qué no como en Liverpool? ¿Por qué no aprovechar a nuestro mejor hombre? Otra vez será-