Tanta felicidad regalaron. Tanto fútbol ofrecieron. Tanto prestigio le dieron a la Selección Colombia en el mundo. Hoy, por increíble que parezca, donde menos se les reconoce su valor y su aporte es en su propio país.
Las discusiones pasan ahora por otras cosas. La realidad de Falcao García y James Rodríguez es que están buscando trabajo: el primero porque sabe que en un par de meses no tendrá contrato con Rayo Vallecano y nadie lo buscó para renovar, el segundo porque, aún teniendo contrato, resolvió finalizarlo de mutuo acuerdo y quedarse sin club para cerrar la temporada.
En la práctica, los que fueran ídolos ahora son desempleados. Y lo de menos es la discusión económica, que solo les incumbe a ellos. Lo realmente importante es el impacto deportivo: según Transfermarkt, James, de 31 años, es el agente más valioso del mercado con 9 millones de euros, mientras que Falcao, a los 37, llega a 2 millones de euros.
No vale la pena añorar cuando el primero costaba 80 millones (a Real Madrid) y el segundo 65 (a Mónaco). Pero sí que le da coyuntura a la discusión: estando listos para firmar con cualquier club y con el prestigio aún vigente, ¿solo les quedan ligas exóticas para seguir sus carreras?
En las últimas horas se conocieron dos posibles destinos: para James sería el Persib Bandung de la Superliga de Indonesia, que lo ve como un récord: "se convertirá automáticamente en el jugador más caro de todos los tiempos en la Liga 1″. Mientras Falcao coqueteó con otro inesperado destino: el príncipe Tunku Ismail Idris, dueño del Johor Darul Takzim de Malasia, le mandó un mensaje y el samario respondió: "estoy deseando verte", lo que traducen los expertos en posibles negociaciones para un fichaje.
Indonesia y Malasia. ¿Es lo mejor que les queda a dos jugadores con los que insiste Néstor Lorenzo porque considera que aportan más que fútbol y actualidad a su equipo? Esa es la preocupación. No hay candidatos para ninguno de los dos, que además de una entrañable amistad comparten un largo historial de lesiones que ha ido minando su imagen internacional. Hoy el primer solo puede mostrar sus 5 goles y 6 asistencias en 20 partidos con Olympiacos, y el segundo solo 2 goles en 746 minutos en toda la temporada.
El tema es que si es lo único, al final de un mercado esquivo, les tocará agarrarlo pues el riesgo lo conocen bien los dos: si no tienen equipo será injustificable llamarlos a Selección Colombia para la próxima fecha FIFA de junio y especialmente para el inicio de las Eliminatorias en septiembre. No importa qué digan en privado los miembros del cuerpo técnico, porque en público es necesario convocar y no dividir y eso lo saben ambos, pues han pasado decenas de veces por esto.
Es verdad que la confianza de vestirse de amarillo es un inusitado impulso para quienes aún son los máximos goleadores de la selección nacional. A James la expectativa de la Selección lo sacó de Catar y lo puso disfrutar del juego nuevamente en Olympiacos. A Falcao lo saca del ostracismo en Rayo Vallecano y lo hace soñar con seguir jugando y jugar un Mundial más.
Pero el desempleo conspira y las ofertas están lejos de lo que ambos esperarían. Jugar, al final, es lo único que deben hacer para mantenerse vigentes. Según lo que dijo Amaranto Perea, no tiene que ser en las mejores ligas del mundo, que de hecho ya no preguntan por ellos.