La Selección Colombia que enfrentará a Venezuela, el 9 de octubre en Barranquilla, y a Chile, el 13 en Santiago, tendrá cuatro arqueros. No es usual y eso ya despierta más de una duda. ¿Cuál es la justificación?
Lo primero es decir que no es la primera vez que el técnico Carlos Queiroz se preocupa de manera especial por el puesto del arquero. Ya a su llegada organizó un microciclo solo con hombres para ese puesto, con la intención de explorar alternativas. Desde que está al mando del equipo, según datos de José Orlando Ascencio, llamó a más de tres porteros en cuatro ocasiones pero para amistosos: en competencias oficiales siempre fueron máximo tres.
Es tan inusual que, pro ejemplo, en los seis años de José Pékerman al mando, nunca hubo en una convocatoria más de tres arqueros. La duda es obvia: ¿qué quiere probar el DT ahora?
Para despejar la duda, un entrenador con experiencia en selecciones nacionales y cancha suficiente armando convocatorias: Luis Fernando Suárez.
"Lo de los 4 arqueros lo miro para darles tiempo en la Selección, sobre todo a Aldair Quintana, que es el de menos experiencia. Me parece que tres es un número normal, llamar a dos no porque puede venir una lesión o una enfermedad, el cuarto sería para tener alguna comunicación del jugador más joven, darle una oportunidad de relación a Quintana, que tiene muchísimo futuro", opinó.
Para Óscar Córdoba, histórico del arco colombiano, hay dos explicaciones posibles: "Muchos hablan de su metodología de entrenamiento, que le gusta trabajar con grupos de cinco jugadores y que cada uno tenga su arquero, para que tenga suficiente seriedad. Creo que además es para cubrirse en salud, llama a cuatro arqueros y cubre una posible desventaja en caso de algún contagio", afirma.
El tiempo, pues, le da la razón a Queiroz pues la duda y la muy probable baja de David Ospina, nada menos que el titular fijo, por un contagio en el Napoli, es un imprevisto que no cambiaría la nómina de porteros para la competencia.
En esa misma línea está un portero con experiencia en Selección, quien ve más de una ventaja en llamar a tantos hombres para el mismo puesto: "La explicación es del Míster, pero lo que uno observa es que puede ser por metodología, para los entrenamientos trabajar con cuatro arqueros es mejor porque hay trabajos en parejas que se hacen más fácil. Lo otro es acercar un arquero joven, porque David y Camilo son experimentados y los jóvenes deben sumar convocatorias para que cuando David diga no más y Camilo no sea convocable, tengamos jugadores con llamados encima, es darle a la selección nivel con sus arqueros", opinó Breiner Castillo.
¿Qué ganan esos jugadores con un llamado en el que saben que no tendrás minutos en cancha? "Compartir con los compañeros suma para la confianza y el crecimiento de un arquero. Aldair es el más joven, esto va a ser de mucho valor para él, tener cerca a todos es muy importante, en el futuro, si le dan un partido, saldrá con más confianza porque conocerá a sus compañeros. Es echarle a la mochila más experiencia", explica Castillo.
"Me parece bueno que sean cuatro, a un arquero joven es clave llevarlo al ambiente de Selección Colombia de mayores y así evitar el trauma en el momento en que lo llamen o le toque jugar en una eliminatoria", asegura Córdoba.
Es la misma sensación que tiene el profesor Suárez, para quien nada tiene que ver llamar a un cuarto portero con achicar la lista de jugadores de campo: "El debate me parece que no es tanto, uno puede armar convocatorias hasta de 27 jugadores, pero a último momento la lista oficial es de 23, hay 3 o 4 que quedarán fuera. Mientras haya convocatoria y entrenamientos es distinto. Llamar un cuarto arquero no quita la posibilidad de otro jugador de campo. Creo que es hilar muy delgado, es buscar el ahogado río arriba", dijo.
La situación real, pensando un poco como pensaría el seleccionador, es bastante más simple: "Llamó 24 jugadores y se pueden inscribir 23, llamó a los que se pueden inscribir en la planilla y el que sobra es un arquero. Eso muestra la situación con más lógica", concluyó Suárez.
Y es que en un listado de 23 jugadores, con más de 1.000 posibilidades según las palabras del propio Queiroz, hay más que solo 11 titulares y un par de minutos para alguno más en caso de una contingencia. Saber estar en una selección nacional, convivir con aquellos con los que después se luchará dentro de la cancha, entender el día a día de esos que para muchos son estrellas inalcanzables, es un curso que hay que hacer en algún momento de la carrera y eso lo saben todos los entrenadores al elaborar las listas. Abrir esa posibilidad es parte de ser 'seleccionador'. Si además se tienen en cuenta todos los imprevistos en plena época de pandemia, los cuatro llamados son muy razonables. Lo urgente no puede quitarle tiempo a lo importante. Al menos no en todas las ocasiones.